miércoles, 16 de septiembre de 2009

SU MEJOR PAPEL




lunes, 7 de septiembre de 2009

ÔDÔK, ÔDÔK


"La tierra te oye
El cielo y el monte te ven.
Si crees esto,
Llegarás a viejo".
Anónimo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

KÔDÔ, KÔDÔ


“Nunca, en toda mi vida, he conocido una persona a la que pudiera someterme o a la que fuera capaz de admirar. Pero este monte Takagamine me mira siempre desde lo alto, diciendo:
`Kôdô, Kôdô´”.

Kôdô Sawaki.

miércoles, 1 de julio de 2009

Mandé ahorcarte por equivocación




Tú: ¿Sabes tocar aquello?

Yo: Soy joven

Tú: Pero es totalmente nuevo para tí...

Yo: Y soy capaz de hacerte vibrar

Tú: Conviérteme en una pieza de antología

Yo: A veces soy caprichoso pero te mostraré en todo momento un virtuosismo y una velocidad impresionantes

Tú: Tu asombroso vigor

Yo: Un infierno lleno de intenciones

Tú: Hazme subir la tensión

Yo: Me dirijo a tí como un diablo saltarín

Tú: Desconocido

Tú: Rehusado

Yo: ...

Tú: Ausente

Yo: Completa mi dirección. Indícame con xxx la causa de tu devolución

Tú: ¡Ábreme por simple tracción!

Yo: Pagaré tu franqueo

Tú: Lo veo...

Yo: Me paseo por el filo de las modas

Tú: A ultranza

Yo: Simbolizo plenamente la efervescencia de los ochenta

Tú: Incontestado maestro

Yo: Tengo un sólo ojo en la frente

Tú: En forma de reloj

Yo: ¡Te llegará la emancipación y surgirá la polémica!

Tú: La rabia de vivir, cariño



(7 minutos de silencio)



Tú: Inventa un argot porteño

Yo: ¿Específica jerga técnica?

Tú: Archiva mi expediente

Tú: Volvamos al lugar de la infracción. Rápido

Yo: Bien. Seré resolutivo

Tú: Es la hora de infringir lo habilitado

Yo: Sin duda, ha transcurrido el plazo

Tú: Así... ¡percúteme con tus índices! Allí...

Yo: El 26 de Mayo de 1942 revelé al mundo un irresistible tintineo

Tú: No pares, continúa la tramitación

Yo: Diriges el departamento de instrucción. Acataré tus órdenes de inmediato

Tú: Subdirígeme con tus rápidas gestiones. Hazlo

Yo: Servicio permanente

Tú: ¡Infringe todos mis preceptos!

Yo: Pero en días laborables

Tú: Descúbreme...

Yo: A mis 80 años todavía soy el que mejor sabe caldear el ambiente

Tú: Apasionantes aventuras

Yo: Tu lirismo me desborda con un mensaje limpio

Tú: La muerte de mi peluquero fue provocada por una tuberculosis extraordinaria

Yo: ...

Tú: Retenme a tu mástil por un arnés de seguridad

Yo: Apórtame tu evaluación

Tú: Te encuentro explosivo

Yo: Llevamos mucho tiempo así. Procede el sobreseimiento

Tú: En virtud de lo dispuesto...

Yo: Tengo motivos invalidantes

Tú: Circúlame pues

Yo: ...y fundamentos legales

Tú: Elévame, vamos

Yo: Te irás convirtiendo en terciopelo


Tú y yo. La luna, el sol. Primavera la espera. Verano la mano. Otoño un retoño. El invierno...¡un infierno! Eso es el amor. Sí señor.


¿O no?



ilustración: Joan Brossa (Barret-A 1988)

jueves, 28 de mayo de 2009

Fui enemigo de los goces sensibles




Empecé a trabajar en el mundo del cine cuando todavía era un adolescente, primero manejando la claqueta y después como brillante cantor de entreactos. Con aspereza y rigor impúber exasperé los ánimos de las guionistas que aspiraban a ministras. Considero que las imágenes cinematográficas, al ser objeto de deshecho en la sala de máquinas, no se acumulan sino que colisionan entre sí autodeslizándose sobre un colchón de vanidades y esa colisión tiene como principal objetivo crear estados de desesperación nerviosa y despertar al acordeonista de la sala para que asimile la "conclusión ideológica eliminada con apuntes al uso no autorizadas con frecuente acorde de orlas". A pesar de mis esfuerzos perdí pronto la facultad de expresión en la gran pantalla a causa de lesiones en determinadas zonas corticocerebrales, como consecuencia de un otoñal viaje a Italia junto a Ingrid Bergman. Representé de inmediato su cuerpo desnudo al modo realista del blanco y negro granulado y efervescente; fue una excelente excusa para permanecer 15 meses en Venecia, con visitas a Ferrara y Bolonia. Nuestra travesía prohibida de extramares me tentó a comer el fruto del árbol negro de la ciencia y peregriné a sus regiones más lluviosas.


Sin embargo me negué a comer la carne podrida y llena de gusanos de las subvenciones estatales. Ningún productor importante de hulla coquizable ha creído alguna vez en mi talento divino. Y eso que cumplo las premisas del cine ideológico comprometido y confiero a mis ensayos una muy cuidada estructura de comedia clásica en cinco actos que suelo titular en progresión recesiva. En cada uno de los actos desarrollo una acción del tema principal de mis películas: las montañas costeras que se elevan en la cubeta y dificultan la penetración continental. La diferencia principal entre mi hidrostática fílmica y la aerostática general del celuloide consiste en que debemos considerar la variación de mi densidad con la presión estética y la temperatura climática de las salas de proyección desacarizadas y precintadas. Argumentalmente un metraje idóneo -bajo mi punto de vista- está sometido a la reacción de la gravedad dramática y mantenido artificialmente a un ritmo constante y ultrapesado (secuencia isoterma ideal) resultando así la ecuación fundamental de la macroestática de situaciones ordinarias de actores baratos de escaso pelaje interpretativo. Mi plató de rodaje posee pocas fuerzas que se alquilan, con director o sin él, a particulares rabiosos.


Un lunes tormentoso mi suegra decidió producir de su propio bolsillo ocho películas con temática médica sobre extirpaciones quirúrgicas de amígdalas, pero mi excelente guión acerca de tumores epiteliales linfáticos no logró convencerla. Si las naves griegas tuvieron que esperar el sacrificio de Ifigenia para llegar a Troya, yo aguardé durante años a la puesta en práctica del método pedagógico ideado por las hermanas Agazzi, para sublimarme al fin ante el drago canario. Mi anciano tío abuelo carpintero falleció como consecuencia de la inhalación continuada de ácido acético, presente en la destilación de ciertas maderas. Heredé entonces su pequeño negocio de barrio de estilo italianizante arcaico, acervo que vino a redimir mis pretensiones fílmicas hasta entonces insatisfechas. Rodé el tránsito entre la vastísima zona que comprende los melodramas familiares rancios de sobremesa manchega y zonas adyacentes hasta el cine mitológico y bóvido de la negritud más recalcitrante, con aroma a pana gruesa de la Transición. Seguí mi propia tendencia: un movimiento propio basado en la valorización, la promoción y el estudio de realidades ocultas en lo patético y lo cotidiano de cada taburete, tambor, copa y poste. Me adapté al modo americano. Hoy me siguen dos millones y medio de pueblos pastoriles.


No estoy alineado. Filmé "Dreadnought" (1916) con un guión propio, elaborado a partir de una sinopsis realizada por el Teatro Proletario de Zou en colaboración con el marinero Vakulinchuk, sobre los hechos reales del acoplamiento en órbita protagonizado por los astronautas andinos en Julio de 1956, que finalizó con la unión sexual de todos los polos positivos de carácter estepario. Desde el día de su estreno me aportó fama mundial y se me considera uno de los grandes prácticos del decollage cinematográfico y el, por entonces incipiente, cine de micromasas castellano. Soy agauchado, tirano y aficionado a fabricar morteros para balanzas. En la diagonal árida de mi vida he ostentado durante varios lustros el título de "director revelación oxidado con problemas marinos". Confieso que he utilizado a lo largo de mi trayectoria desértica los más variados métodos de desmontaje: el arítmico, el antilumínico, el pseudointelectual, el contramétrico y el zarista. Soy simpatizante de recursos de tal calibre que me convierten en el aire que hace vibrar tus lengüetas libres.





lunes, 25 de mayo de 2009

REVELACIÓN



"Vi a mi Señor con el ojo del corazón. Dije: ¿Quién eres tú? Él respondió: Tú".



lunes, 6 de abril de 2009

ORIENTA © CIONES



“Cayó la noche y, a la luz de la luna, la figura del sacerdote se asemejaba a un montón de huesos blancos.” (YUKIO MISHIMA)




ilustración: THE LEFT HAND

jueves, 2 de abril de 2009

Glifipterígidos en eritroxiláceas


Me ayuda a depurarme y yo le ofrezco el mejor precio. Elimina las toxinas de mi alma; hago pedazos su tiempo y asimilo de forma abusiva su carácter ultrasincopado. Nuestra celebración del Pentecostés está desprovista de sentido religioso aunque seducida por el magisterio espiritual de los tomates exactamente maduros. Por ignorancia he visto en tí un país muy grande necesitado de una referencia central. Y he sentido esa idea como una providencia, al cubrir con mi simiente la superficie equivalente a dos anas aragonesas. La cantidad de materia que contiene mi cuerpo quedó reducida a polvo por tu presión y mis frotamientos. Mi alto nivel de contaminación hace que usted preste atención y rellene los cuadros vacíos de mi particular encasillado.


Hablas de libros permanentemente que desearías leer, pero no existen. Dices que eran caros y circulaban en malas ediciones... nadie los ha visto. Marcaron en números romanos fechas capitales en historias que aún no han ocurrido. En estos momentos quisiera perder los estribos y vivir intensamente pero mis intestinos amenazan con plantarse si no apruebo una clara regulación alimenticia. Había empezado a negociar con ellos la reduccion diaria de arsenal fecal y así despenalizar algunas conductas punibles y espontáneas que aliviasen mi atasco matinal en horas punta. Tras acumular una deuda de casi el 25% descubro nuevos yacimientos de gas en mi interior cuya producción podría rondar los 363.000 metros cúbicos al día. Un pozo de esencias herbales que suministrarán energía y combustible para los próximos dos años. Retrasa tu decisión que esto está que arde. Gestionemos juntos la licitación de este contrato porque las vueltas del mercado gástrico son de consideración y superan a tu lavadora hiperactiva.


En el café de la esquina me encuentro con muchos hombres de mi edad y toda la conversación por su parte se reduce a quejas y lamentaciones. Recuerdan con gran saudade los placeres del amor, de la mesa, de la deposición sincopada y espontánea, de ciertas artes de pesca, de los escotes en prendas de vestir templadas cuyo fruto es la mora, de la ciencia que establece las leyes del revés, de los bailes de políticos africanos en pueblos de Gerona, del coloquio corrompido en guiso, de los metales preciosos que forman ondas en el pelo de las canarias. Se afligen de esta pérdida, como si fuera la pérdida de los más grandes bienes. La vida de entonces era marchosa y dichosa en símbolos químicos. Pero yo me he sacudido el yugo de ese furioso y brutal tirano que es el cuore. Y reviso constantemente la grabación clave para establecer el móvil de su asesinato trifásico.


Escucho con deleite a Elurretan mientras visito por vez primera el parque de Aiako Harria-Añarbe. Sueño con hallar en un árbol la grafía de Aleister Crowley, de rigidez, soberbia y magia. El clima atlántico dominante permite buscarla en robles, pinos, arces, fresnos o álamos. De noche el jabalí me detecta aunque prefiero encontrarme con el corzo, que es un cérvido más bello y enigmático. La potencia de la erosión hídrica del arroyo de Aitzondo, que crea una cascada de más de cien metros de desnivel, me asusta y me convierte en un colorista rupícola a la caza de dulces notas musicales de tachismo polifónico y forestal en la calidad de sus aguas. Lo intrincado de sus roquedos, en los que el granito aparece desnudo y dispuesto, me transforma en alimoche solitario: allí regreso de mi territorio invernal en África.

viernes, 20 de marzo de 2009

PISO PILOTO


Una información densa, abundante y rigurosa me esperaba nada más llegar a casa. La reciente urbanización del descampado mira hacia el futuro y aleja de nuestras memorias la historia trágica de la avenida. Mi calle tiene un oscuro bar de húmedas paredes pero fuera se respira una vitalidad incontestable. A quien debo devolver la llamada es a mi querida tía María del Carmen que me reclama en Alburquerque, feliz y acomodada. Nuestro ascensor comunitario posee un concepto rítmico muy simple: un tiempo fuerte marcado en el arranque y un tiempo débil marcado en sus oxidados engranajes. Pero su "chin-qui-tink" va progresivamente variando hacia complejos polirritmos según avanzan los pisos. Vivo en un 19.

Giré repetidas veces la llave (segunda tarea pendiente: engrasar de una vez la cerradura) y al abrir me encontré con mi casera en posición "abierta". Pronto nos vimos inmersos en una búsqueda máxima de grados conjuntos y notas comunes. Los vecinos de enfrente, gente corriente, se quejan constantemente; no comprenden nuestra defensa a ultranza del ritmo binario y contínuo. En los años 70 surgió una polémica en el edificio que enfrentó a defensores del ternario y activos partidarios del ritmo binario, fisiológico y africano.

La chica del 17 suele subir a pedir manteca. Me siento un improvisador melódico que goza de diferentes grados de libertad. Dispongo de muchas posibilidades al acompañar a una solista como ella. Desde la simple paráfrasis del tema, pasando por la improvisación estrictamente tonal, los cromatismos diversos, notas de paso y hasta incursiones basadas cada vez más en tonalidades extrañas que tanto aprecian nuestros consumidos cuerpos, prestos al acoplamiento.

Viaje iniciático al descansillo. Los lunes proclaman la gravitación universal del espíritu vecinal. Ella dibujó el escenario, planteó el conflicto y las reglas del juego y me predispuso a entrar en una apasionante aventura narrada con admirable fluidez, en la que no faltan los peligros, las luchas pornográficas grecolatinas, la inquebrantable ironía y los Caballeros Rojos que expiran en sus brazos. Tradiciones artúricas en la cesta de la ropa recién lavada. Nuestra elegante portera revela un pasado majestuoso y es capaz de provocar una instantánea sensación de acogimiento soberano y divino en cuanto sus frondosas curvas dan sombra mientras el sol aprieta (pero no ahoga). Su piel fría es una mezcla de novela de aventuras y parodia literaria. Busco un sentimiento nuevo que mantenga alta mi vida.

El 6 de octubre de 1871 se inició la primera gran gira de espirituales a cargo de los once "Jubilee Singers" del colegio Fisk de Tennesee, una auténtica epopeya que les llevó hasta las cortes del zar, de Federico III y de la reina Victoria. La micronación de mi cada vez más musical edificio está coronada por tres deliciosas princesas secretas.

La portera: aroma elegante de manzanas verdes; en el paladar resulta fresca y amable, con finura sostenida por una buena persistencia

La casera: sabrosa, con nervio, pletórica de recuerdos, con cuerpo y solera

La vecina del 17: muy compleja y equilibrada, con notas florales y sabores herbáceos; en boca domina un final de delicado amargor.




viernes, 13 de marzo de 2009

Transfusión


Mi madre me dijo en repetidas ocasiones que encontraría chicas como tú. También me previno: "Nunca sabes lo que te puedes encontrar". Las tres revoluciones del planeta vivo ya se han producido a nivel microbiológico pero tú sigues siendo una chica pobre y ordinaria que vivió un romance con un médico rico y déspota. Cuando estuve en Inglaterra la lluvia parecía eterna y te busqué por todas partes más no te encontré, ni hallé rastro alguno de tus huellas neumáticas. El sobrecargo me animó con su mirada, pero pasé todo el vuelo velando las armas. Mi amor vienés por tí es salvaje; tu cuerpo mi estilete, mi sangre y excrementos pintura.

Los abogados están asombrados de mi capacidad de recuperación, ejemplo de esa pasta especial de la que estamos hechos los mártires totalmente afeitados. Fui uno de los 135.000 asistentes -cifra superior a la pasada edición- en la XI Feria Mundial del Toro, muestra que este año tuvo como eje central la dehesa. En el kiosco de las flores de Sevilla escuché plácidamente y por vez primera a Elurretan, mientras degustaba unas huevas con cerveza a la caída del sol. Lagos chispeantes para la relajación estival en el purgatorio de los sentidos.

He insultado a tu familia monoparental y me siento orgulloso de ello; tan sólo quiero engrasar con mi propia sangre la fábrica de quietudes nerviosas. El imperativo ético de tu inteligencia te ha conducido al desengaño más atroz. Me están llamando por teléfono otra vez, así que tendré que escribir la carta un poco más tarde.



miércoles, 11 de marzo de 2009

LECCIÓN DE METABOTÁNICA


"Aunque se las ame,
las bellas flores terminan por marchitarse.


Aunque se las odie,
las malas hierbas no cesan de crecer".

domingo, 1 de marzo de 2009

Divinas palabras (IV) Anatole France


photoclaroscuro


"-La Edad Media, dijo, no está clausurada más que en los textos de Historia que se entregan a los colegiales para falsear sus ideas. En realidad, los bárbaros siguen siendo los bárbaros. La misión de Israel es instruir a las naciones. Fue Israel quien, en la Edad Media, trajo a Europa la sabiduría de Asia. El socialismo os asusta. Es un mal cristiano, como el anarquismo. ¿Y la anarquía? ¿No reconocen ustedes en ella la vieja lepra de los albigenses y los valdenses? Los judíos, que instruyeron y pulieron a Europa, son los únicos que pueden salvarla del mal evangélico que la devora. Pero han faltado a su deber. Se han hecho cristianos entre los cristianos, y Dios los castiga. Permite que se les destierre y se les despoje. El antisemitismo hace en todas partes progresos espeluznantes. En Rusia, mis correligionarios son cazados como bestias feroces. En Francia se les niega los empleos civiles y militares. No tienen acceso a los círculos aristocráticos. Mi sobrino, el joven Isaac Goblenc, ha tenido que renunciar a la carrera diplomática después de haber pasado con éxito el examen de ingreso. Las mujeres de muchos de mis colegas, despliegan con afectación...hojas antisemitas. (...) ¡He aquí la ingratitud, la aberración! El antisemitismo, escúchenlo bien, es la muerte de la civilización europea".


Anatole France, La azucena roja

sábado, 14 de febrero de 2009

LA TUMBA DEL ÁNGEL


He terminado de leer recientemente “El rosa Tiepolo”, de Roberto Calasso, un homenaje apasionante a la obra del pintor veneciano Giambattista Tiepolo. Para muchos de sus contemporáneos Tiepolo fue un artista excéntrico, frívolo y mediocre; Roberto Calasso, en cambio, intenta demostrarnos que fue el pintor definitivo del ángel y del daimon:

"El drama, el sufrimiento, la salvación eran elementos remotos para Tiepolo, devoto exclusivo de la epifanía y, por eso mismo, de los ángeles, los cupidos, las ninfas, los sátiros y las sátiras, de todos los seres intermedios y mediadores a los que les es confiada la circulación psíquica entre cielo y tierra. Tiepolo se sentía cómodo en la estela de esas vastas poblaciones, ignoradas casi siempre por la humanidad común. Quizá solamente se sentía cómodo entre ellos”.


Tiepolo vivió entre la tierra y el cielo, en los mundos intermedios, y acabó volviéndose huidizo, como los sátiros, las ninfas y los ángeles que amaba pintar. No sabemos prácticamente nada de su biografía salvo algunos detalles generales. Al seguir sus huellas se tiene la impresión de que Tiepolo sólo fue capaz de vivir en la tierra evanescente que nos muestra en sus cuadros, dejando, en cambio, un rastro mínimo en la tierra. Quien persevera en su misterio acaba sintiéndose como un victoriano en busca de hadas. En “El rosa Tiepolo” Roberto Calasso se propone seguir el rastro de una criatura fabulosa. Apoyándose en la estética, la metafísica, el esoterismo y un conocimiento apasionado de la pintura de la época intentará encontrar a Tiepolo en el corazón de su obra, sus grabados. Y allí descubrirá ruinas devastadas por la luz donde se reúnen polichinelas, sátiros y ancianos orientales. ¿Para qué se reúne ese cortejo y por qué está siempre presente la serpiente en sus encuentros? ¿Quiénes son los ancianos que Tiepolo pintaba entre los personajes de sus cuadros –aunque su presencia no estuviera justificada- y que parecen observar siempre todo lo que sucede? Además de responder a estas preguntas –y de plantear otras mucho más inquietantes- Roberto Calasso rescata a Tiepolo del olvido y demuestra –en una vendetta implacable contra la crítica oficial- su condición de artista visionario.

No adelanto más detalles, ya que estas notas sólo pretenden ser una invitación a la lectura. Apunto sólo un hecho que me ha parecido llamativo. Ya anciano Giambattista Tiepolo aceptó el encargo de pintar los frescos del Palacio Real de Madrid. España, un país donde “la luz era inerte” y devastadora, acabaría convirtiéndose en su tumba. Su cortejo de genios, orientales, serpientes y ángeles se desvaneció, golpeado por el exilio y la caída. Y no es extraño: el gusto severo español, la rigidez de los encargos, la luz cruda y cierta preferencia nacional por la ascesis y el espíritu –aunque sería más justo hablar de una parodia de ascesis, asociada a formas mecánicas de mortificación, y de un espíritu distorsionado, que censura los movimientos y los juegos del alma- hacían incomprensibles sus cuadros. España fue, de nuevo, la tumba del ángel.





El lector español lee con un placer cómplice estas páginas. Se nos está hablando, en el fondo, de las posibilidades de supervivencia del hombre marcado por el ángel en un país que parece hecho de plomo. En el hundimiento de Tiepolo resuena la melancolía de Juan Eduardo Cirlot y el abatimiento de todos los visionarios españoles que han sido devorados por el Dragón del Mundo. Sin el rosa Tiepolo –un tono que Europa ha olvidado y que Calasso recuerda- corremos el riesgo de olvidar el alma (que es también la imaginación visionaria) y con ella una vía privilegiada al espíritu. El rosa Tiepolo es el fondo transparente que permite el encuentro de Chrysagon y Bronwyn, la imaginación incandescente, el anillo invisible que une cuerpo y espíritu. Quien recuerda ese color puede ir más allá de las tierras brillantes.



Llamamos vértigo al miedo que siente todo aquello que pertenece a la tierra cuando se enfrenta a lo uranio, al abismo inmenso de los cielos, a una claridad cegadora. Sin embargo para comprender la agonía de Tiepolo en España habría que hablar de lo contrario del vértigo, inventando quizá una palabra nueva. Porque lo que la cabalgata aérea de Tiepolo temía por encima de todas las cosas era la tierra. En España los genios y los ángeles descubrieron la ley de la gravedad, el espesor mineral de las cosas. Tiepolo no tardó en acompañarles en su caída. Murió en 1770 –estaba a punto de empezar la Era del Lobo- enfrentado a lo que para él debió ser una pesadilla: un país de hierro.

jueves, 5 de febrero de 2009

Pánico

Los locos y los bárbaros acechan. En la red se pueden encontrar todo tipo de artículos diseñados para defender la preciada pantalla de plasma con la que ver Gran Hermano.

Si lo que se desea es imitar el compartimiento de un avestruz, lo ideal es optar por pequeños espacios camuflados en el suelo con capacidad para una persona (asustada).

Para los más activos se ha diseñado la mesilla de noche Safe Beside Table (no se encuentra en Ikea), una mesilla de noche perfecta para repeler ataques nocturnos: su pie es un bate de béisbol y el tablero, un escudo. Otra buena opción es la pistola de rayo paralizante X26.



Si los temores son más bien de tipo apocalíptico es posible encontrar todo tipo de refugios nucleares a buen precio (Alpine Survival se encargan del transporte e instalación de las confortables Terra-X Security Suites©). Para los que necesiten enfrentarse a sus miedos, se ha diseñado el Huggable Atomic Mushroom, un peluche con forma de hongo nuclear.

domingo, 1 de febrero de 2009

EL DIOS DE LA GUERRA

I am the God Thor
I am the War God
Here in my Northland
My fastness and fortress

Reign I forever!

Here amid icebergs
Rule I the nations;
This is my hammer
Giants and sorcerers

Cannot withstand it!

These are my gauntlets
Wherewith I wield it
And hurl it afar off;
This is my girdle;
Whenever I brace it

Strength is redoubled!

The light thou beholdest
Stream through the heavens
In flashes of crimson
Is but my red beard
Blown by the night-wind

Affrighting the nations!

Jove is my brother;
Mine eyes are the lightning;
The wheels of my chariot
Roll in the thunder
The blows of my hammer

Ring in the earthquake!

Force rules the world still
Has ruled it, shall rule it;
Meekness is weakness
Strength is triumphant
Over the whole earth

Still is it Thor's-Day!

I am the God Thor
I am the War God
Here in my Northlands
My fastness and fortress

Reign I forever!
Reign I forever!
Reign I forever!
Forlorn forever...

(BLOOD AXIS)

viernes, 16 de enero de 2009

MOTOZEN


Sonará frívolo (lo mismo hasta blasfemo) pero uno de los momentos (fuera del sueño) en que más cerca me he llegado a sentir de la descreación zazen (al menos, por lo que he leído y me han contado) ha sido (no siempre, también es verdad -sólo en contadas ocasiones, sobre todo entre el 2002 y el 2004-) al viajar en moto por el paisaje de roca de un videojuego, paisaje que identifico con esas extensiones del Asia interior limítrofes con Siberia en las que hoy viven algunos de los sujetos más duros del planeta. El juego lo incluía el cd de WINDOWS 98 y supongo que mucha gente lo conocerá, incluso habrá quien lo considere obsoleto. Yo lo volví a instalar en el XP y, de vez en cuando, si busco liberar toxinas sociales y encararme con el infinito así como afinar mi a menudo dispersa concentración, me subo a la moto y recorro esos paisajes desiertos, en diálogo con el cielo, con la piedra, con las montañas del fondo (la iluminación, repito, ya nunca ha vuelto a ser tan intensa como en la época mencionada pero me sigue valiendo, en su tono menor). Por supuesto, el programa lo uso mudo porque el petardeo, con su tufo vano de autocomplacencia motera, me disturba. Al mando de mis dos ruedas, no me creo un Dennis Hopper espitoso y maltratador sino más bien un Robinson motorizado que se aferra a su cabalgadura como un jinete pálido enemigo de la gente y sus decepciones, como un solitario amigo de soledades.



jueves, 8 de enero de 2009

ANTONIN ARTAUD Y ANAÏS NIN


photoclaroscuro


En Incesto, uno de los volúmenes de su diario, Anaïs Nin relata su relación en 1933 con Artaud. En mayo se encontraron por vez primera Artaud y Henry Miller, quien confiesa a Nin la impresión que le causó “sólo con verlo había reconocido al poeta”.

El 13 de junio habla una Anaïs Nin observadora:
“cuando miré su boca, con las comisuras ennegrecidas por el láudano, una boca que no quería besar, por una curiosa estratagema de superimposición… supe que de nuevo me sentía empujada a la muerte, al final, a las culminaciones, a las locuras”.
Y reproduce parte de un diálogo:
“La gente cree que estoy loco”. Y supe en aquel momento, mirando sus ojos, que lo estaba y que yo amaba su locura“…”No había esperado encontrar en ti mi locura”, me dijo. Hablaba como un poeta y me reí de mí cuando pensé en mi enorme ansia de poesía. ¿Estaba yo sentada allí, con Artaud, porque destilaba poesía, porque creía en la magia, porque se identificaba con Heliogábalo, el loco emperador romano, porque su teatro, su escritura y su ser estaban entretejidos, porque en el taxi hablaba como Hamlet y se apartaba el cabello del rostro sudoroso y deteriorado? Se ha apoderado de mi imaginación. Manda en ella. Camina, habla, lee, evoca momias, decadencia romana, drogas, locura, muerte. De nuevo, trataba de iniciar una experiencia, pasar por ella sin entregarme, y cada vez era más difícil… Y ahora me adentro cautelosamente en las regiones fantásticas de Artaud, y él, también, pone sobre mí sus pesadas manos, sobre mi cuerpo, y como la mandrágora al contacto con las manos humanas, grito”.

La literatura fue el nexo primordial entre ambos
"Hablamos apasionadamente de nuestra costumbre de condensar y tamizar con rigor las cosas, de buscar lo esencial, de nuestra afición a quitaesenciar todo en la vida y en la literatura, incansablemente. Discutimos sobre el psicoanálisis, al principio agresivamente”
y la instrospección en el alma
“Siento una inmensa piedad por Artaud, porque siempre sufre…Sé que los nervios y la sensibilidad de Artaud se alivian aquí. Es la oscuridad, la amargura de Artaud lo que quiero curar. Físicamente no quiero tocarlo. Amo la llama y el genio que lleva dentro".
“No tiene nada de extraño que me conmuevan los sentimientos de Artaud, su falta de autoestima”. “Sabía que Artaud era un hombre enloquecido, enfermo, atormentado, y me interesaba, pero no humanamente”.

De alguna manera fue una relación que pretendió no ser física. El único encuentro sexual -aunque frustrante- fue valorado por Nin de modo positivo, al minimizar la impotencia del hombre, tal vez cansada de tanta conexión carnal. Aunque ella, tan absorbente y fiscalizadora, buscaba más allá del cuerpo, la posesión de su intelecto. Posiblemente la más perfecta posesión que puede ejercerse sobre otra persona.
“No pienso en Artaud como cuerpo. De su cuerpo sólo conozco sus ojos. Me gustan su delgadez, sus gestos. Se parecen a sus pensamientos. ..No quiero estar cerca de su cuerpo.Estoy enamorada de su mente, de la más sutil de las inteligencias, de todas las manifestaciones sobrenaturales. Me gustaría solo escribirle, no estar con él”.

De los momentos que compartieron en junio de aquel año, recogidos con detalle y por extenso, ella se quedó con la esencia, o el símbolo, de un paseo por los quais y un abrazo. Para nosotros dejó un retrato perspicaz y a mi parecer certero de Artaud.