miércoles, 26 de septiembre de 2018

PONIENDO EN PERSPECTIVA




Doña Rosa María comparece y la oposición la acusa por hacer su trabajo. Ella responde hábilmente, como no podía menos esperarse de ella.

Hubo cambios en RTVE y las tertulias e informativos han variado (lógica del poder que se ostenta -lo patológico fue aquel perfil bajo de Rajoy donde en los primeros años de su mayoría absoluta continuaba la subrutina zapateril y Ana Pastor, en plan bondage, le daba palmetazos para desayunar como si en vez de presidente, estuviese aún en la oposición-). Yo seguía especialmente las tertulias vespertinas comandadas por Emilio de Andrés (a las que me habitué a partir de la cobertura del 1-O del pasado año) y zapeaba eventualmente las nocturnas del hoy apartado Víctor Arribas (con ese inefable "informe Hervás"). Ahora hay un hipster a los mandos (gafitas, barbita, gesto piojil) y la lógica metástasis (por lo pactado en lo audiovisual)  de presencias centrífugas y podemitas. He dejado de seguir el canal 24H (salvo zapeos de partes de noticias internacionales y de crisis ministeriales domésticas así como las sosas réplicas del árbitro Sánchez a las desmesuras catalanas).

Formalmente, todo ello me repugna pero persisto en ir al fondo del asunto y recuerdo cómo el Felipe previo a la toma de Moncloa se situó a la izquierda de Carrillo cuando éste quedó abduseducido por Suárez y el PSOE soltaba cara a la galería cosas tremendas (no muy diferentes en su momento a las hoy espetadas por el actual gabinete en sus guiños a PODEMOS): ese verbalismo tremendista le facilitó la deglución y digestión de buena parte de la extrema izquierda más pintona (ORT, PT/JGR así como sectores del PCE como los carrillistas tras la caída de Suárez y la Nueva Izquierda de Almeida y López Garrido). Llegados al poder, Felipe y Guerra se envainaron lo tremendamente dicho y el PSOE se convirtió en el partido socialista más a la derecha en Europa hasta la aparición, mucho más tarde, de Tony Blair (by the way, si éste conectó estupendamente con Aznar, no se olvide lo cómoda que estaba la Thatcher con nuestro "Nadiusko" -en contraste con el desprecio con que ¿valoraba? a Mitterrand, a quien llegó a calificar de "su caniche"-). El único que cometió el error de creerse lo que decía fue ZP (y así colapsó el país y Obama le acollejó en 2010 y, por consiguiente, Rubalcaba lo descabalgó): Sánchez, que no siente especial afecto por Zapatero, sabe perfectamente la diferencia entre lo dicho y lo por hacer y que sus tratos con PODEMOS sólo pueden llegar a buen fin no dejándose convertir en el escabel de Pablillos sino, recuperando la dinámica de Guerra y Felipe, agitando cual pejesapo el cebo del guiño demagorreico y disponiéndose a la deglución/digestión de lo que (en comparación con la carga utópica -en una realidad más proclive- que movía a los cristianos de la ORT o a las huestes de Pina López Gay -el careo de ésta con una Maestre o una Colau o con la consorte de Galapagar es, en sí, odioso por lo ridículo-) no pasa, al cabo, de ser un reality desfachatado y arribista. 

Y acaso se olvida que lo acordado con Cs en 2016 lo usaría este partido en sus apoyos al PP no mucho después o que Sánchez está conforme con el 155 afeitado de cuerna hasta comprobar el efecto boomerang del mismo... Hay todavía mucho Sánchez por elucidar y el tópico de epígono caracartón de ZP en el que algunos persisten y explotan (aunque buena parte no se lo crean) es miope y cortoplacista (versión en negativo del famoso dobermann contra Aznar).


jueves, 13 de septiembre de 2018

QUE LAS TESIS NO NOS IMPIDAN VER EL BOSQUE: CON SANCHEZ CONTRA LOS LIMBOS




(sigo viendo el vaso medio lleno)



Que pasen cosas, en sí, no tiene por qué ser bueno (depende de qué es lo que pasa) pero siempre será MEJOR a que no pase nada (y, encima, en plan GH, se nos pretenda decir que pasa de todo). 

Y, de cualquier modo, lo esencial es el mar tempestuoso que rodea a nuestro barco y que condiciona(rá) velis nolis a quien está a cargo del timón... Cabalgando la ola o naufragando, sí o sí se gana con respecto a la aporía de lo terminal.