domingo, 18 de febrero de 2024

EL MUERDO ETERNO

 

Como los dulces de Ferrara que epifanizaron a los Dióscuros Chiricos, mordisquear el portal shadowliner implica oteo de eternidades...





lunes, 5 de febrero de 2024

SE SENTIRAN MAS A GUSTO SI TE ACUESTAS CON PROCUSTO

 

Incorrecto. Pero no ya en su sentido más entrecomillado, específico, de las convenciones establecidas desde finales de los 90 como sujeto desobediente a lo Políticamente Correcto. No, ya en general, como se diría en lunfardo con el mismo desprecio y mala leche, DESUBICADO. En todos los planos, hasta en los hoy considerados presuntamente "incorrectos". Y todo por mi incapacidad innata de adaptación a la cuna/cama/tumba de Procusto. Sólo la lobotomía podría redimirme. Demasiado inepto, minúsculo, para la sobrehumana condición del Anarca jungeriano (espía durmiente al servicio de su propia potencia, entre Max Stirner y Le Carré) y demasiado poco abyecto (no diré mayúsculo pero sí altivo) para la bajunez del low profile rajoyano (lo que yo llamo con ironía la actitud "bienquedarca"), no hay salida para mí, salvo, insisto, que me adecúen la sesera rebajándola de neuronas para un mejor encaje procustiano (hay dos formas, claro: la casquería del picahielos prefrontal o, con más finos modos, el paso por el túnel de lavado psicoanalítico para engrosar las filas de la ordinary people -que diría ese gran defensor de la misma, Robert Redford-). La única manera de lidiar con una soledad que cada día que pasa (cada día después) entiendo menos, cual cucaracha kafkiana.

Y siempre, siempre, siempre la misma secuencia, que ya he comentado en alguna ocasión: el encaprichamiento inicial con la rara avis de pajarería, mascota exótica, impulso más desde el antojo volátil que desde la empatía atenta, a medida que el antojo se va desvaneciendo y se convierte en enojo, sin la menor voluntad de comprender a la mascota, esa rareza que se supone encandiló en un principio se comienza a blandir como cargo a la contra y la mascota, incapaz de encajar en la normalidad imposible que se le exige a un bicho irremisiblemente raro, sólo puede verse abocada al abandono o al retrete. Secuencia una y otra vez repetida, cual día de la marmota, en mil y una variantes, la política, la sentimental, la musical, la literaria... Al final siempre el viejo chiste de Gila, el lunar tan querido que, con el tiempo y sin haber cambiado un ápice, es percibido como verruga.

Parafraseando a la tenia Sartre, PROCUSTO son los otros. Y si no encajas, te desencajan como tóxico o como hater o como sencillamente INCOMODO.


En fin, oremos a Flanders, nuestro bienamado GH, para que nos modele la sonrisa....





 



jueves, 1 de febrero de 2024

BED AND BREAKFAST

 


Aquella joven disoluta de cutis extragraso llegó a unas conclusiones minimalistas para el perfecto negocio hostelero.


Para la cama, ella se ofrecería a los huéspedes como principal atracción.


En cuanto a la mañana siguiente, unas tostas restregadas por sus oleosas mejillas les brindarían un copioso y nutricio desayuno.



(parida de duermevela alumbrada tras soñar con cierta villana de la serie RIVERDALE, cuyo peculiar aspecto me inspira a un tiempo atracción e indigestión -porque las grasas en exceso me sientan cada vez peor-)





lunes, 15 de enero de 2024

LA IMPRONTA NUTRICIA

 

(guiño al Ecce Homo de FWN)



De muy pequeño me inicié en los alimentos sólidos a base de sesitos rebozados para almorzar y ouroboros rabiosos con su rodajita de limón para cenar. Igual de esa dieta primordial me ha venido este destino abocado a la cogitación apocalíptica.




lunes, 1 de enero de 2024

BELLEZAS THEOTOCOPULITANAS

 


No hace mucho soñé con una mujer con un rostro como plasmado por El Greco. Enigmática judía toledana, me atraía a su caserón con trazas de abandono con un algo en ese laberíntico deambular que me hacía pensar en la Venecia de EL PLACER DE LOS EXTRAÑOS pero drenando la humedad adriática en secarral manchego.


Siempre me han atraído las mujeres de El Greco aunque no es fácil hallarlas en la pantalla. Sólo recuerdo con especial impronta dos nombres no demasiado rutilantes en cuanto al ranking de la industria: Elena Alvarez (de fugaz carrera erótica en los años S de la Transición -especializada en roles de fámula complaciente con sus amos-) y Marin Hinkle (Judith, la ex de Alan Harper en DOS HOMBRES Y MEDIO, criatura arriscada y erizada -aunque en la gran pantalla la actriz tuvo algunos momentos, siempre breves, en roles angustiosos y dolientes, muy acordes con sus rasgos-). La Alvarez tenía algo que me hacía pensar oblicuamente en Ana Torroja pero me resulta imposible asociar a la vocalista de MECANO con los misterios femeninos de El Greco: no encuentro en la Torroja la menor traza de misterio sino esa estulticia chillona tan bien ejemplificada en su voz (antimateria de la voz más cargada de carisma de la movida, la nunca suficientemente valorada Kikí D'Akí) y lo más cercano al misterio y a una cierta profundidad lo volcó en SOLO SOY UNA PERSONA (creación del único elemento del trío que parecía aportar un punto de trascendencia e inquietud, José Mª Cano, aunque las alas de sus pulsiones icarianas fuesen rápida y grotescamente cortadas en un mundo galopantemente abocado a la idiotez). 


Volvamos al laberinto toledano, tan uno y tan otro con el de Ferrara que vivió en sus mocedades el pintor De Chirico. Los misterios mesetarios del secarral que acogió a Theotocopuli eran en la ciudad italiana enigmas climatéricamente mohosos, abocando a los residentes a un estado de rijo permanente, que el Pintor Optimus (aquel que había ayuntado en presagio paranoico/crítico, a Pinocho con Zaratustra -dos sujetos, por cierto, que a mí también, pero en distintos momentos de mi vida, me impactarían como espejos mágicos de catarsis-) trascendió trocando el apetito libidinal en apetito repostero en los rincones más dulces del ghetto (dulzura ambigua, más coprolítica que jugosa, y litúrgica -más que glotona- porque ingerir esos dulces elaborados hace evos -por su apariencia, al menos- es como "mordisquear la eternidad") así como sublimando el vértigo de contorsiones manicomialmente eróticas por contumaces violaciones rectilíneas de la geometría euclidiana. En esa Ferrara de rijo y enigmas, como hermana cachondona de la formalmente austera Toledo, nuestra virginal antivirgen Elena Alvarez podría haber rodado su gran película definitiva y categórica, aquella que su karma no le permitió jamás abordar, cuyo guión, aunando Toledo y Ferrara, yo imagino escrito desde su atalayesco cigarral por ese polígrafo endocrino que, mientras De Chirico por otros pagos abundaba en las imágenes metafísicas, meditaba devanando la moebiana madeja de conjugar/confrontar a Amiel y a Don Juan, gemelarmente opuestas visiones del deseo (deseo, esa palabra idéntica -salvo por su inicial- a Teseo, el que liberó a Ariadna del laberinto minotaurómaco para mejor encadenarla después a las redes de su ausencia -se fue con los argonautas "a por tabaco" y De Chirico, previamente a su estancia en Ferrara, dejó constancia de ello en varios trabajos-). 








viernes, 15 de diciembre de 2023

EL NUEVO JUICIO DE PARIS EN UNA TIERRA DESOLADA


 (con ecos, desde sus prismas diversos -o no tanto...- de Buñuel, Céline y De Chirico)



DUELO DE AMPUTACIONES: la mastectomía de Linda versus el muñón de Heather (la vivencia sufrida y discreta de la primera -cruel ironía que el único exabrupto con que se desahogó públicamente en vida lo acabase censurando la BBC- contrasta con la obscena exhibición del muñón de la segunda, que adquiere proporciones zeppelinescas urbi et orbe gracias al furor amarillista de los medios, no pocas veces alentados por las pulsiones petardas de la interfecta) ante las que Paul deberá decidir a quién entrega su premio.


MORALEJA INTERROGANTE: ¿las buenas intenciones de algunas personas volcadas a vivir su realidad del modo más honesto y cabal siempre han de servir como empedrado infernal para la pornografía de buena conciencia con que tanto súcubo chantajista hace de sus percances y tropezones un reality perpetuo? 


CODA PLEGARIA: Irene Montero, Gretta la Cuchufletta, elevad vuestras oraciones al Santo Muñón de Heather Mills porque ella os allanó el camino a vuestras respectivas ¿ascensiones?









viernes, 1 de diciembre de 2023

LA BLASFEMIA MAS GORDA


A mediados de septiembre, leyendo a Erika Ostrowsky sobre LFC me vino esta idea megaincorrecta a la cabeza (que dedico al Nietzsche morreador de caballos turineses): si Jesucristo no hubiese sido descrito por otros (los evangelistas) en su via crucis y calvario, si todo eso lo hubiese escrito él mismo de su propia mano ¿no sería en vez de un sujeto de culto un puto exhibicionista manipulador de compasiones, como esos mendigos que explotan sus muñones y carencias no pocas veces ficticias? Aunque tal vez JC y LFC sean UNO porque, a fin de cuentas, quienes dieron testimonio de la PASION lo hacían no como dueños y señores de su propia musa sino como meros transcriptores del Verbo de Aquel cuyas cuitas narraban (esto es, Cristo cuenta sus desventuras usando a los evangelistas como estilográfica). Y visto así, ¿Cristo no sería un presagio sobrehumano de Celine, y éste un epígono humano, demasiado humano de Cristo?





viernes, 20 de octubre de 2023

EL DESTINO Y SUS PUTADAS

 

El Destino, con ese recochineo sádico que tanto impresionaba a los griegos antiguos, impidió por dos veces consumar nuestro reencuentro. Primero con el proceso abortivo de EL DIA DESPUES (todavía pendiente de un porqué que ni él ni yo llegamos a elucidar -aunque él lo llevó mucho peor que yo, a fin de cuentas ya habituado desde el 86 a sinsabores musicales-) y en marzo de 2020, cuando presentábamos el CORTE FINAL de PARAISO y se habló de la posibilidad de algunos bolos, a los dos días se decretó el confinamiento (señal ominosa tal vez de lo que ha acabado por llegar, aunque las razones clínicas no coincidiesen). Al menos, hace poco más de un año, en su callejón del que no gustaba salir, en la terraza vietnamita y en compañía del amigo Oscar y del fiel Senovilla, tuvimos oportunidad de hacer un último balance de nuestra relación, centrándonos en los momentos más brillantes (privadamente brillantes, como los mejores chistes) de aquella transición 70/80 que nos regaló la singladura de un lustro en comandita hasta que yo tuve que abandonar por imperativos de salud. El continuaría un trienio más dejando nuevas muestras de que, conmigo o sin mí, su pulso creativo y ejecutante no flaqueaba.


El Destino nos permitió en el 94 hacer una reentreé de lo más exitoso en la sala REVOLVER (la pantera Esther me veía por vez primera, recental y teen, y yo sin enterarme hasta mucho después -casi una década-) por mor de la edición en cd de nuestros trabajos con Mario Pacheco (incluido el minicd de las grabaciones de PARAISO que Carlos Tena nos había hecho cuando el grupo estaba ya haciendo testamento). El dueño de la sala nos dijo que nuestra actuación había batido el récord de público desde su apertura. 


Antonio es definido, desde mi prisma, en cuanto a carisma y bonhomía como su alter ego en la pantalla (grande y pequeña), el Alfredo Landa de EL CRACK y de la serie TRISTEZA DE AMOR (ese productor de radio sincronizado -cronología puntualmente jungiana- con los propios pinitos de nuestro hombre desde la música a las tareas de realización en TVE). Si queréis saber de lo que se ocultaba tras su bigotón, su mirada penetrante y su laconismo (antimateria de lo bocachancla) que se relajaba en estupendas charlas cuando se sentía "entre amigos", lo repito, ir al Landa que acabo de mentar.


Pacheco, Tena, Antonio: espero que en ese Donde Sea que nadie ha podido demostrar que no existe,  mantengan sustanciosas charlas, liberados ya de miserias terrenales.


 











martes, 17 de octubre de 2023

ZEITGEIST (greguería quántica)

 


Los tiempos nuevos siempre nos dan la impresión de acompañarse con ecos de pasados futuros.


Tal vez esto se produzca por un je ne sais quark del más elemental salvajismo...





http://www.shadowline1.com/lineadesombra/



domingo, 1 de octubre de 2023

SALO O LA PRUEBA DEL ALGODON

 

Si usásemos el SALO pasoliniano como prueba del algodón a aplicar para las orgías de Celine en sus años más promiscuos (antes de conocer a Lucette) y carearlas con las peripecias íntimas de "La Familia" comandada por Sartre/Beauvoir, tal vez nos sorprendiese lo ¿paradójico? del resultado. Hablando de paradojas, en total inversión, LFC, en cuanto a sexo, describe mayormente escenas ominosas en sus libros (sus recuerdos como impremeditado/alucinado testigo de cargo -en este sentido, contraimagen del propio Pasolini, que elabora su film testamentario desde sus recuerdos de la estancia en la RSI, no muy diversa en lo expresado de los momentos más crudos que LFC muestra en su trilogía alemana, sobre todo en NORTE-) silenciando las vivencias mucho más luminosas y empáticas (que solamente se reflejarán oblicuamente en los ballets y en evocaciones nostálgicas de algunos momentos londinenses, momentos esperpénticamente felices) en tanto que Sartre/Beauvoir, en su constante obsesión por el secretismo y la autorrecreación "al alza" de sus vidas, mutilan con una capa anodina (de existencialismo barato) lo más oscuro, digno en no poca medida de una novela celiniana o un film pasoliniano (a caballo entre TEOREMA y la mentada SALO), si lo viviseccionásemos desnudándolo de la distancia logorreica (la historia de "La Familia" contada de manera inmisericorde, en todas sus miserias, por Ferdinand, qué joya escamoteada por el destino). 

Sobre las orgías celinianas hemos de atenernos a las biografías dedicadas a él, a su escrito más testimonial al respecto (GUIGNOL'S BAND, en donde se recrean algunos de los momentos más desmadrados vividos en el Londres de la Gran Guerra) y, obviamente, la correspondencia con diversas participantes en tales veladas (más testimonios retrospectivos de algunas). Hay básicamente atracción carnal en base a una profunda apreciación de la belleza física que se refleja en su fijación con las bailarinas y el ballet entendido casi como una misa profana (el destino -que no deja costuras sin hilo- acabaría por acercar a LFC con la mujer de Wilhelm Reich en el momento de mayor exploración psicológica de Destouches -exploración bastante destacada en esta biografía premeditadamente psicoanalítica-), más abundante componente lésbico degustado retinalmente con avidez por un voyeur LFC (Erika Ostrovsky, en sus aproximaciones al sujeto, ha dado bastante importancia a la cosa mirona).

La edad emocional de la sexualidad celiniana y la del tándem Sartre/Beauvoir, nada más opuesto. El frenesí truculento entre apocalipsis y profecía, más propio de las páginas más terroríficas de los cuentos infantiles o de los antiguos testamentos para públicos poco civilizados contrasta con esa impersonalidad cool, megaburguesa, quasi "transhumana", de la sexualidad como cogitación intelectual (que no como impulso). Un niño puede tender a la zoología, la biología o la etnología sin perder un ápice de su condición inocente, esto es, perversamente polimorfa. Un niño psicoanalista, o "director espiritual", ya no digamos "sociólogo", que ve desde fuera su propia condición infantil, es bastante más monstruoso. LFC, el niño irreductible 400 veces golpeado, el PETER PANTOINE DOINEL contrasta en sus mil manifestaciones (no sólo eróticas sino en sus amistades, tan hombres/niños como él -excéntricos, desmesurados, bizarros, por usar palabreja de moda, naturalmente bohemios, karma y no pose- o en el modo de ocuparse de su pecunio -toda la epopeya del oro danés o del viaje a la URSS es más propia de cómo un niño administraría sus caudales que de un avezado financiero-) con el narcisismo frustrado de los que focalizan toda su obra en su contencioso con el espejo por el ojo pipa (él) y las facciones anodinamente roedoras (restregadas por su "mejor amigo" con ese mote de CASTOR) y el cutis fatal, fatal (ella). El torbellino de luces y sombras que configura el eros celiniano, siempre huyendo del Poder y sus engranajes (que siempre suponen un golpe más), siempre buscando un refugio de afecto e ilusión en bailarinas, animales o niños, antítesis de la grisura gélida del tándem JPS/SB, telaraña entre diván y confesionario para libar vampírica, bathorianamente, jugos de frescura adolescente, procurando la corrupción en su odio atávico a todo lo que suponga niñez. El odio a la niñez de los niños/viejos... En el libro de Ostrovsky CELINE AND HIS VISION, en el capítulo dedicado a su "humanismo al revés", resultan especialmente conmovedoras las páginas en que se destaca la empatía celiniana por los niños (borderline incluidos, como el Jonkind de MUERTE A CREDITO o la recua de débiles mentales en NORTE) y animales, cuya pérdida le resulta más dolorosa que la de los adultos porque supone la pérdida de la inocencia, justo lo contrario de la aversión beauvoiriana por la niñez, cuyo ejemplo más visceral es ese uso automático de la pequeña Marie Antoinette como escudo humano (a lo Greg Stillson en LA ZONA MUERTA) para protegerse del primer soldado alemán que se le acerca, sin olvidar su comportamiento profundamente distante con sus alumnas, solamente suavizado por imperativo de esa trata de blancas a escala minimal que suponen los burocrático/científicos tomateos de "La Familia".

El momento en que la saga celiniana tiene un contacto más estrecho con lo que supone intelectualidad es en esos primeros 30 de escarceos psicoanalíticos por Mitteleuropa, puerta abierta por Cillie (gimnasta y sufridamente ingenua, más paciente que actuante -como se desprende de la correspondencia- en ese mundillo de sus amigas las Annies, mundillo regido en última instancia por Freud). Fruto de ello será su libro más introspectivo, MUERTE A CREDITO. Hay entre el 35 y el 36 una crisis que da pie al niño irreductible a negarse a abandonar su condición primigenia (sin llegar a entender lo mucho de niño/mago/brujo -esto es, de antiSartre- que había en Freud, en Jung, en Adler, en Reich, más cercanos en no pocos aspectos  a esos inventores pintorescos que evocaría en la mentada MUERTE A CREDITO y en GUIGNOL'S BAND -o, ¿por qué no? a ese gemelo luminosamente inverso de LFC, el no menos frenético Ken Kesey, en sus choques contra la autoridad de un psicoanálisis devenido en disciplina lobotomizadora más que esclarecedora-) y da de lado el sondeo subconsciente para refugiarse en explicaciones literalmente más infantiles pero también más incompletas (el racialismo de Montandon o ese híbrido de cuento infantil terrorífico y antiutopía que son LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION) cuyo gancho (garfio) desgarrará su vida ya de manera ¿irremisible? (lo mismo no del todo, si nos atenemos a su nostálgica defensa de Freud en una carta a Milton Hindus -agosto del 47-, donde éste minimiza como científico al creador del psicoanálisis, y donde LFC reivindica a Freud con un enfoque casi psicodélico que no habría disgustado a Kesey). El golpe 401, el definitivo, vendrá de lo que se le antoja tan erradamente salida del callejón y le llevará a las páginas menos esclarecedoras y más gratuitamente ofensivas de sus pamphlets. Se puede pensar en lo parejo de los impulsos de LFC y Kesey por huir del nido del cuco (de su emasculación lobotomizadora -es curioso cómo la figura del cuco aparece en los pamphlets y cómo el Enemigo en ellos está siempre ligado a caer en la trampa del conformismo, identificado con el belicismo tanto en el alegre pillastre de los últimos 60 como en el acerbo antisemita de los últimos 30-): similares e irreprochables en su intención pero más averiados en su percepción (trágicamente averiados) en el caso de Ferdinand. 

En cuanto a "La Familia" (remito al libro glosado en un reciente post en FB post así como al texto sartriano más honesto en cuanto a autobiografía, la obra de teatro HUIS CLOS, esa especie de snuff más mental que físico que describe bastante bien el nada gozoso ambiente del clan de marras), aquí encontramos unos lazos basados mayormente en afirmaciones de jerarquía y poder como manifestaciones sexuales de revancha y resentimiento, con una Beauvoir conseguidora/proxeneta de jovencitas (mayormente alumnas suyas) de origen eslavo y tendentes a la disfuncionalidad emocional, y un Sartre que asume el sexo como un acto burocrático de timbrado/estampillado para ratificar notarialmente su preeminencia en semejante tomateo. Hay un joven bello, Jacques Lauren Bost, dedicado a dar un mínimo de sentido carnal al lado más hetero de Beauvoir y a algunas de las jovencitas (no muy satisfechas con la carne sartriana, tan diferente de su verbo).

Muchos años después, en California y no en París, otro colectivo lúgubremente sexual (aunque más explícitamente dirigido a lo tanático) también será conocido como "La Familia". También habrá un líder bajito y manipulador (y no muy agraciado físicamente -que basará su carisma no en la dialéctica razonante/silogística sino en una cierta destreza hipnótica fuertemente apoyada en muletas psicotrópicas-), y otro joven bello (Bobby Beausoleil) más el consabido montón de jovencitas tronadas. Falta a primera vista una Beauvoir (aunque en la escena tarantiniana de ERASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD en que el personaje de Brad Pitt visita el campamento/comuna parece asomar un elemento femenino más cercano, por edad y jerarquía, a la partner de Sartre). El predador vitalismo white trash/lumpen contrasta con la intelectualidad cool y logolátrica de "La Familia" parisina pero el común denominador pasoliniano está ahí, para quien desee ABRIR/CERRAR LOS OJOS COMO PLATOS (sí, otra alusión que viene bastante al caso). Y, ya que antes mencioné a Kesey, otra contraposición atinada sería Los Alegres Pillastres en sus peripecias (narradas tan espléndidamente por Tom Wolfe) y el escalofriante uso de la psicodelia por Manson y su "Familia".

Y ahí lo dejo: lecturas y visionados comparados de todo lo mentado y ustedes juzgarán qué momentos orgiásticos tienen más que ver con lo descrito en SALO, si lo ligado al deplorable Celine (deplorable, ese término tan hillaryante) o lo experimentado por el tándem quintaesencial del antifascismo y la "liberación femenina" (sí, hay mucho de EXPERIMENTO caligarianamente clínico en los tejemanejes de Sartre y Beauvoir con sus hermosas y malhadadas cobayas).  


Un apunte final:

Está la grisura sórdida (impersonalidad roñosa) de los escritos de Sartre y Beauvoir: sus únicos momentos palpitantes (por así decir) serían, respectivamente, la ya mentada HUIS CLOS y el ensayo EL SEGUNDO SEXO (desahogo ensayístico para homólogas de la autora, esto es, mujeres feas -porque así se ven, como las anoréxicas se ven siempre gordas- que viven su femineidad desde el resentimiento y la revancha, y que sólo puede atraer/embaucar a algunas mujeres bellas desde las telarañas culposas, desde la bajada de defensas ante el chantaje moral/emocional). Y está el CLAROSCURO celiniano (subjetividad frenética) cuya máxima y más delirante expresión será la inclusión dentro de su escrito más ofensivo (el BAGATELLES...) de los ballets (esto, es, sus textos más ligados a la belleza y que él consideraba su actividad creadora más sublime, más ¿sacra?). Ostrovsky habla de Jekyll y Hyde y uno piensa/imagina/se recrea en un Celine pontífice, ocupando el trono vaticano (nada que ver con los papas teratológicos sintetizados en el ominoso cuadro de Francis Bacon, porque estos eran impostores mayormente cínicos, Nerones travestidos de cristianos, ortodoxamente constantinianos: el CLAROSCURO celiniano es verdadero desgarro y reflejo descarnado de la cruda realidad del mundo demónicamente carnal, como ninguna logorrea existencialista -Heidegger aparte- podría expresar). Y una prueba más de la condición positiva de la sexualidad celiniana en sus más íntimos entresijos se mostraría de manera palmaria en su primer escrito como creador, antes de ser LFC, la tesis del dr Destouches donde de manera teologal se nos cuenta, cual evangelio clínico (con una ferocidad digna de los Juanes -el Bautista y el Apocalíptico-, tan justamente resaltada por Erika Ostrovsky), la pasión de un Cristo encarnado en ginecólogo, SEMMELWEISS,