viernes, 4 de septiembre de 2009

KÔDÔ, KÔDÔ


“Nunca, en toda mi vida, he conocido una persona a la que pudiera someterme o a la que fuera capaz de admirar. Pero este monte Takagamine me mira siempre desde lo alto, diciendo:
`Kôdô, Kôdô´”.

Kôdô Sawaki.

2 comentarios:

el zurdo dijo...

La vista es digna del parrafito.

Limbo Piedra dijo...

Pues si Kôdô Sawaki hubiera encontrado a esa persona a la que someterse o admirar, quizá se hubiese dejado de pamplinas... A no ser que anduviera flirteando con la monja a la cual se lo dijo, en cuyo caso se entiende mejor todo el asunto.

La contemplación, exime de la veneración, Kódo, Kôdô; de tú a tú en el espejo de los hombres y de tú a tú en el espejo de los montes.

Un límpido y prístino reflejo ha de llevarte a conocer a Aquel que te domina. Y a ése lo admirarás. Y ése te bautizará, antes de que lo mandes a freir espárragos o vayas tú mismo a freirlos.

Paz y amor, chavalitos.
La foto muy amable-.