lunes, 27 de enero de 2020

UNCION FRENTE A OVACION



No me siento cómodo en eventos en los que hay que aplaudir. Prefiero un vinilo o un cd a un concierto y la lectura al mitin. También el teatro (en lo que tiene de cine: de ese cine que Unamuno no llegó a concebir pues sólo conoció el chillonamente mudo y no el de los grandes silencios, tan elocuente, de un Tarkovsky, un Herzog o un Kitano) y el cine (en lo que tiene de misa: esto es, de comunión silente, tácita). Frente al aplauso, el AMEN. Frente a la ovación, la unción. Eterno vasallo en busca de buen señor, me parece perfecto que las pocas personas a quienes trato en las que detecto señorío me empreñen con sus razones, sus perogrulladas, sus paradojas, que, a su vez, dan pie a las mías, afilan mis reacciones, las "laserizan" redimiéndolas del mero, del mucho más romo encabronamiento, de la "entrada al trapo" (esto es, del gemelo inverso de la ovación). Evocando a Unamuno, ni lo huno ni lo hotro...

martes, 21 de enero de 2020

EL PIN MURCIANO (voilá, el Donbass al hispánico modo está servido)



MALDITOS MURCIANOS: paráfrasis de aquella ironía malapartiana pero también el exabrupto que el racismo catalanista aplicaba a los ilotas que venían "de fuera" (y que explica el subidón que supuso para la deriva integrista de Pujol la llegada del "catalanista" Bossi al gobierno central italiano en el 93 y sus venenosas presiones sobre Aznar, presiones cuyo crescendo acabaría degenerando en la actual situación con Pedro Sánchez, torsión pesadillescamente disfuncional de los sueños de Cambó y de Miquel Roca de una España gobernada por catalanes -en redentora paradoja, la Lega de Salvini se "descatalaniza" y recupera Italia como prioridad central y soberana-).

Hay quien ha sacado a colación aplicar el 155 a Murcia en nombre de la demagorrea "de género" en momentos en que se pretende desbaratar lo que esa cifra suponía como medida de ley para las sediciones del prusés. Ironía macabra... y tan podemita.

Ahora habrá que ver el efecto contagio en las ciudades y pueblos andaluces con presencia mayoritaria de VOX y PP en cuanto a una posible reacción solidaria "MURCIA SOMOS TODOS" frente a ataques del (des)gobierno central contra la región vecina. Todo será más azaroso en el caso de Madrid y su esquizokarma (Madrid Kiev -en tanto que maidaneramente monclovita y con fuertes restos todavía del caos carmenita a nivel local-, Madrid Donbass -si en el plano local PP y VOX plantan cara a los complejines rajoyanos/ciudadanos-, Madrid Moscú -si el Donbass castizo derriba al maidan y la desobediencia centrípeta recupera la España hoy desalojada de Moncloa por esta EXXXpanya felona, más centrífuga y babeliana a cada momento que pasa-) ...

martes, 7 de enero de 2020

EL ZURDO Y SU PLUMA


Una de las bondades que estoy encontrando en mi actual inmersión en Unamuno es esa difusa linde que parece mostrar entre la escritura y la grafomanía y que deja especialmente expresada en su artículo (justo acabo de leerlo) GANAS DE ESCRIBIR. Escribir como estatus, como medio de vida, o escribir como impulso incontenible que, si se contiene, daña. Para mí, que no soy académico como Reverte y a quien, desde hace ya lustros, muy raras veces pagan por lo que escribo (sea pidiéndome colaboraciones o haciéndome pedidos, cada vez más escasos, de esa revista corazonesca o de esos libros que siguen llenando mi casa y la de los padres de mi amiga Esther), y que suelo "deponer" (la escatología se sobreentiende) mis ocurrencias (he aquí la muestra) en espacios de Internet que yo me he creado, la escritura y la grafomanía se confunden (y ya no digamos para los demás, para quienes consideran a Reverte un escritor en función de su cantidad de papel publicado y de su sillón -tan discutido por el intempestivo Gª Viñó- en la Academia). Uno de esos espacios de Internet lo dediqué a reivindicarme como vinculado sustantivamente a la escritura (no es casual que sea el espacio de los míos menos visitado, acostumbrado el personal a encasillarme como paridor del PARA TI -aunque esa letra tan larga, una de las más largas del pop español, de una longitud quasi dylaniana, alguien la tuvo que escribir ¿o no?, morcillas y revisiones incluidas- y cronicón de la Movida y las Vainicas -pero las crónicas también surgen, si trascienden el mero encargo, de las ganas de escribir, como las canciones, las opiniones o las narraciones-, sin pararse el personal en nada más -el resto de mi material, o incomoda o no merece ser descubierto, habida cuenta del estereotipo adverso, "veneno de taquilla", "cortarrollos", "incorrecto impenitente" y tal, con que cargo más o menos desde el 86-). También dediqué una entrada shadowliner a rumiar sobre mi relación con la escritura, sintiéndome más cerca del potencialmente suicida Ignatius Reilly (AKA John Kennedy Toole) y del potencialmente homicida John Doe (que consumarían sus autodestructivas potencias precisamente al dejar de escribir), que de quienes han hecho de la pluma más estatus y profesión (no de fe) que pulsión incontenible (pues, lo dicho, si se contiene, daña).