jueves, 12 de mayo de 2016

YANKEES, GO HOME



Para quienes utilizan (desde la ventosidad feisbookera, la camisetita ¿ocurrente? o incluso el alarido ocasional en conciertos ¿contestatarios?) este slogan mientras justifican a Obama frente a otros presidentes usacos o votan al buscón y sus "mareachis", sólo recordar a los dos elementos que, por intentar recortar desde la arriscada gestión (que no desde la comodidad del gesto inane y biodegradable) la influencia de Washington en nuestro país, uno voló por los aires y al otro lo apearon del poder del modo más sucio posible...


Una de las delicias de las próximas presidenciales de noviembre es que nos encontraremos con que puede ganar un sujeto más dispuesto a retirarse de las latitudes continentales europeas de lo que lo desearían incluso los gauchoatlantistas manejados por "titirisoros" o de que tal vez gane una climatérica macbethiana que (salvo que se deje asesorar por la templada estrategia de un Kissinger respecto a Moscú) puede convertir el rol intervencionista (ya bastante perturbado y perturbador con la "obamocracia" de primaveras y maidanes) en un torbellino demencial digno del dr Strangelove o del Hitler más rusófobo y que obligará a las gentes de a pie a valorar la geopolítica en su sentido más cruda y prosaicamente supervivencialista, sin escapismos de tercera vía (¿qué "tercera vía" cuando, en un mundo de nuevo bipolarizado entre el conglomerado occidental y el eje Rusia/China/Irán, el único país del mundo que se ha permitido tales pasos de baile en los últimos tiempos es el curtido funámbulo vietnamita, hoy más en la encrucijada que nunca?) sino con la misma claridad que en Transdnistria, Belarus, el Donbass, Hungría, Siria o Crimea se valora la condición eurasiática como garante de la soberanía frente a la bota y/o chequera ocupante y avasalladora de los explotadores occidentales.



martes, 10 de mayo de 2016

LA ¿HUMANIDAZ? (leyendo a Schmitt)




"La humanidad como tal no puede hacer una guerra, pues carece de enemigo, al menos sobre este planeta. El concepto de la humanidad excluye el del enemigo, pues ni siquiera el enemigo deja de ser hombre, de modo que no hay aquí ninguna distinción específica El que se hagan guerras en nombre de la humanidad no refuta esta verdad elemental, sino que posee meramente un sentido político particularmente intenso. Cuando un Estado combate a su enemigo político en nombre de la humanidad, no se trata de una guerra de la humanidad sino de una guerra en la que un determinado Estado pretende apropiarse un concepto universal frente a su adversario, con el fin de identificarse con él (a costa del adversario), del mismo modo que se puede hacer un mal uso de la paz, el progreso, la civilización con el fin de reivindicarlos para uno mismo negándoselos al enemigo. «La humanidad» resulta ser un instrumento de lo más útil para las expansiones imperialistas, y en su forma ético-humanitaria constituye un vehículo específico del imperialismo económico. Aquí se podría, con una modificación muy plausible, aplicar una fórmula acuñada por Proudhon: el que dice humanidad está intentando engañar. Aducir el nombre de la «humanidad», apelar a la humanidad, confiscar ese término, habida cuenta de que tan excelso nombre no puede ser pronunciado sin determinadas consecuencias, sólo puede poner de manifiesto la aterradora pretensión de negar al enemigo la calidad de hombres, declararlo hors-la-loi y hors l'humanité, y llevar así la guerra a la más extremada inhumanidad. Pero al margen de esta manipulación tan política del nombre apolítico de la humanidad, no existen guerras de la humanidad como tal. La humanidad no es un concepto político, y no le corresponde tampoco unidad o comunidad política ni posee status político."

(CARL SCHMITT) 



jueves, 5 de mayo de 2016

DEJA VU WEIMARIANO (leyendo a Schmitt)





"El decreto de disolución de 20 de octubre de 1924 expone el motivo de la disolución del Reichstag: «Las dificultades parlamentarias impiden el mantenimiento del actual gobierno del Reich y, al mismo tiempo, la formación de un nuevo gobierno acorde con la política interior y exterior seguida hasta el momento». Esto significa que el Reichstag, en su composición actual, no reúne las condiciones necesarias para que se constituya una mayoría capaz de formar gobierno. Se evidencia con claridad que la falta de previsión y perspectiva y la disgregación de la relación de los partidos anula el supuesto previo de los gobiernos parlamentarios (mayorías simples y calculables). El motivo de dicha disolución del Reichstag es, por consiguiente, la incapacidad de gobernar del Reichstag. ¿Qué ocurrirá si el nuevo Reichstag elegido en diciembre de 1924 evidencia, de nuevo, la misma disgregación de los partidos y, por lo tanto, la misma o parecida incapacidad? ¿Si nuevamente las mismas o parecidas dificultades parlamentarias imposibilitan el mantenimiento del gobierno actual, así como la formación de un gobierno nuevo? Tal y como están las cosas en Alemania se nos plantea, al menos, esa posibilidad. Entonces, el actual gobierno del Reich se encontraría otra vez ante la misma dificultad, y sería razonable volver a disolver el nuevo Reichstag que no es capaz de gobernar. ¿Se vería obstaculizada dicha reiterada disolución por la prohibición impuesta en el Artículo 25, dado que ésta se llevaría a cabo por los mismos motivos que la disolución del 20 de octubre?"  (CARL SCHMITT)


 

miércoles, 4 de mayo de 2016

PEROGRULLADA SOBRE LA REALIDAZ






Hay quienes ¿viven? la realidad como perpetuo diorama de tiernos tópicos y les da igual ocho que ochenta. Lo hacen, claro, sobre la chepa de quienes la viven (la vivimos) como factor de riesgo y sopesan (sopesamos) sin la menor ligereza las opciones (si es que las hay). 

Bienaventurados los fines de ciclo en que sólo hay espacio y tiempo para lo(s) segundo(s).