jueves, 2 de octubre de 2008

SEPPUKU




En "Arte y anarquía" Edgar Wind relaciona la experiencia estética con el instante del sacrificio: “Las personas que no pueden olvidar nunca lo que desean, y ejercen su propia voluntad en presencia de una obra de arte, están excluidas de la auténtica experiencia artística. La obra de arte, no menos que una verdad, exige un genuino y completo olvido del yo: actitud que repugna a muchas personas, mientras que otras la adoptan con perfecta naturalidad”. Se llegaría así a una suerte de seppuku, una muerte ritual en la que el oyente, el que contempla, el lector, se niegan y se confunden por un instante con la obra que admiran. ¿Quién recuerda, todavía, ese viejo rito?