domingo, 20 de septiembre de 2020

¿QUE PASA CON CAYETANA?

Desde hace cosa de año y pico he creído lo más eficaz para desfacer en lo posible el entuerto nacional un juego a tres entre quienes se identifiquen con las críticas tan rotundas a la actual situación establecida de lo que yo llamo "jubiletas intempestivos del PSOE" (Vázquez, Corcuera, Leguina, Guerra o el propio Felipe: me niego a creer que mimbres que sostuvieron a un partido en el poder durante casi tres lustros ahora no tengan eco entre el personal), más los sectores del PP disconformes con el low profile rajoyano y el casuismo lerrouxista de Cs, más VOX. Sigo con atención a esta formación (últimamente destaco la kulturkampf emprendida en Andalucía por algunos columnistas simpatizantes, epígonos de aquel disidente veterano de la saga popular, el maestro don Aquilino Duque, así como las intervenciones de sus notables en la página feisbukera de VOX) aunque nunca la he votado, pero su juego exclusivista me parece prematuro o, desde el exceso, desde una presunta autosuficiencia, gemelo invertido del low profile (porque, si yendo en solitario no pasa de ser el "caganer" incorrecto en el belén babelianamente demagorreico que hoy constituye la política eXXXpaNYola -antes, española-, autosabotea sus potencias de ser clave de arco capaz de cambiar todo el belén, que lo mismo podría ocurrir con ese juego a tres arriba mentado, y con ese autosabotaje, al fin y al cabo se hace tan cómplice del desorden establecido como esa derechita cobarde a la que gusta señalar). Ignoro dónde acabará Cayetana pero, en mi sempiterna búsqueda de una Thatcher propia (que durante mucho tiempo focalicé en la alevosamente defenestrada Esperanza Aguirre y, en los últimos tiempos y con más reservas a corto plazo por imperativo de realidad, veía en la sra Monasterio -nunca se me ocurrió pensar, salvo desde lo jocoso, en la única que alardeaba de ello, más en ademanes que en contenido, la inefable y hoy justamente olvidada Isabel Tocino-), superando a las dos mentadas, cuanto más leo sobre la premier británica y más escucho a Cayetana, más veo a ésta en ese rol. Seguiré con atención la moción de censura planeada por VOX pero lo haré con la preocupación de que la cosa acabe en gallináceo vuelo de Icaro, como aquello de Hernández Mancha. Lo mismo me equivoco y VOX nos da una sorpresa, incluida la capacidad de atraer refrendo para su moción de diputados no adscritos a su formación (lo de Sánchez en 2018 también fue sorpresivo en aquel momento), pero, en cualquier caso, mi pregunta más acuciante cara al otoño político (en el plano doméstico, se entiende) es ¿QUE PASA CON CAYETANA?  

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