miércoles, 13 de noviembre de 2019

DEMIURGENCIAS



La Bruselas que impuso un Putin prefabricado llamado Macron para remontar la debacle que había acabado por embarrancar al PS de Hollande y el inefable Valls (ya saben, Valls, el sujeto que el lerrouxista Rivera inoculó en la política española y cuya única hazaña política fue su actuación como submarino "centrista" de Colau), que apeó a Salvini con la coalición del decadente PD y los chaqueteros M5* (lo que supone el efecto/boomerang en próximas elecciones de un rodillo salviniano absoluto y omnímodo, que para sí lo hubiera querido el Duce en el 22), ahora (confiando en la busconería picaresca de Pablillos y en la aureola taumatúrgica de Nadia Calviño -¿Renzi con faldas?-) trata de digerir la noticia de un posible gobierno "de todo corazón" (corazones sociatas + corazon@s podemitas) con efluvios a priori tanto griegos como lusos. Dado que tanto en Atenas como en Lisboa la presunta amenaza de ¿ultra?izquierda se quedó en nada por la inanidad de Tsipras y por el posibilismo de los homólogos portugueses de Podemos, en principio se trata de ponerse en lo mejor por parte de los demiurgos de la UE pero hay dos problemas pendientes: el tsunami catalán (donde sólo la gendarmería francesa parece haber actuado quirúrgicamente) y el más que seguro subidón de VOX en un escenario "a la italiana" donde la coalición por gobernar (hasta la investidura no hay nada seguro) estará hipotecada a unos flecos tanto independentistas (sin ellos no hay investidura) como más interesados en el minado del Estado que en cualquier solución de estabilidad. Si Zapatero fue apeado por Rubalcaba en 2010 a un gesto de Obama, en cuanto la polarización política (por primera vez desde el 36 no hay centro político: el derrumbe de Cs me hace pensar en la liquidación lerrouxista y el fracaso del intento de Portela en los meses previos al 18J -la remodelación de AP y el PSOE iniciada en el 82 a costa de UCD no se ve ahora tan clara con el reparto de las carroñas del partido naranja, mucho más anecdótico y falto de carismas gestores si lo comparamos con el partido nucleado en torno a Suárez y heredado por Calvo Sotelo y, además, teniendo a VOX como rival/competidor ¿qué va a hacer Casado, regalarle más adeptos si se le ocurre volver a ya probados y fallidos "perfiles bajos"?-). En Bruselas, gracias a la catartogenia de Sánchez, autodestructivo en su espástico maniobrerismo solipsista, pueden toparse con que el auténtico problemón se lo encuentren no con la Hungría "orbanita", o un posible regreso reforzado de Salvini, o la conjunción letal de Johnson y Farage (ya saben, BRITANIA SUMA), sino con un desgobierno eXXXpanyol que haga bueno a ZP y que lleve a pensar en los sanedrines de la UE en soluciones hasta ahora impensables en el ámbito que pretenden controlar, soluciones de choque, quirúrgicas, "gorilizantes" (por decirlo en lunfardo). La España del 36 fue campo de experimentación para lo que vendría después: la de ahora mismo ¿puede suponer el pistoletazo de salida del final de la UE por un abuso de su poder demiúrgico? Fío en Sánchez y su providencial karma de gafe acelerador de realidades imposibles: tras la caída de los forrenta años del priísmo andalusí, la irrupción y ceba elefantiásica de VOX o el tsunami catalán con maneras talibanas ¿qué nuevos prodigios nos depara?

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