martes, 27 de marzo de 2018

¿MORIR POR LA TONTERIDA?




"Pégale, Homer, pégale, pégales a todos..." (Bart Simpson, esperando pasar una tarde divertida)


Siempre que me da el bajón hasta lindes suicidas, me salva la pregunta celiniana "¿Y SI ME PIERDO LO MEJOR?".

Estoy deseando ver si "la Comunidad Internacional" (o sea, un Occidente cada vez más menguado, sólo apoyado por los filonazis de Kiev y Estados Bálticos, la rusófoba Polonia y una esquizoide Chequia -nada más esquizoide que el club de Visegrado, intentando conciliar la fobia a Moscú de algunos con la aversión general de sus miembros a la tonterida decadente y las malas costumbres, por no hablar de la USA desgarrada entre Trump y su yerno, tan visegradesca a su modo-) decide disciplinar a Putin como hizo con Milosevic en la primavera del 99. ¿Se bombardeará Moscú como se hizo con Belgrado? ¿Entraremos en la guerra termonuclear global por las prioridades terminales de unos cuantos frente a la creciente contestación de la mayoría del planeta? 

En nombre de la autofagia de género, de los low profiles, del ecoanimalismo, del gauchoatlantismo troskoprófilo, de las revoluciones coloridas y maidaneras, del daesh y sus mareachis (pobrecitos ellos y qué maaaalo es Assad...), de los centrifuguismos alentados por el jodío viejo (Soros), del supremacismo de la buena conciencia... ¿el planeta petará?

Yo sigo pensando que la última palabra la tiene la Naturaleza y los humanos responsables que se atienen a ella y rechazan el vivir la realidad a su capricho cual reality. Y que, como a Bart, la tonterida menguante viniéndose arriba sólo puede depararnos... UNA TARDE DIVERTIDA. Entre SIDA social (o sea, civilización inmunodeficiente) y pulsión de supervivencia, me da que será la última la que se imponga. 




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