sábado, 14 de mayo de 2022

Sicilia, la PUTAtiva madre de todas las "naciones mártir"

 


Sean incubadoras balcánicas de Al Qaeda (entiéndanse Bosnia y Kosovo), sean delirios proatlantistas en un lugar tan cercano al Finisterre como el Cáucaso (entiéndase Georgia), sean nostalgias pardomasoquistas "abanderadamente" ucranianas o "teutónicamente" bálticas, todas las hoy consideradas "naciones mártir" comparten un mismo adn mafioso y un mismo aliado que trae ¿democracia? y corrupción a partes iguales. En esta página tan poco susceptible de ser "un bot de Putin" te lo explican con detalle.

Para ilustrar la entrada, y ya que hablamos de oscuros orígenes, qué mejor que ese momento de AMOR A QUEMARROPA en que el padre del prota recuerda al walkeniano gangster que lo amenaza que su sangre es más oscura de lo que parece...





1 comentario:

el zurdo dijo...

Lo contrario de las "naciones mártir", y también de discutible y/o precario reconocimiento internacional, son lo que pudiéramos llamar naciones "celinianas" (por aquello de que, si sufren y lo pasan mal, pues que se jodan porque son gente chunga y occidentalmente incorrecta): ahí podemos destacar a los serbobosnios de la república Srpska, a los moldavos prosoviéticos de Transnistria y, cómo no, al Donbass. Buscar razones a la existencia de estos países (razones, by the way, bastantes más profundas cultural e históricamente que las "sicilianas" de sus contrapartidas "mártires") está feo: lo que mola (por correcto, por democrático y hasta por ecológico -recordemos el apoyo de los Grünnen-) es jalear y aplaudir el bombardeo de Belgrado en marzo del 99. Claro que esas cosas acaban pasando factura: de hecho, ese bombardeo fue determinante en que el envilecido, degenerado y alcoholizado Yeltsin, tras años de acomodarse al rol de alfombra de piel de oso para uso de Clinton (sólo faltó que el bueno de Bill se beneficiase a la Lewinsky sobre su chepa), en un único (PERO CRUCIAL) nanoápice de dignidad tanto nacional como personal, designase primero a Primakov y luego a Putin (SABIENDO MUY BIEN A QUIENES DESIGNABA, no lo olvidemos) y, con ello, diese al botón de reseteo que comenzó a invertir la secuencia iniciada a mediados de los 80 por el liquidacionismo de Gorbachev. Quien apuntilló la URSS en el 91 y bombardeó a su propio parlamento en el 93 es irónico que sea quien cambia el compás poco antes de su muerte (Gorbie, mucho más presentable tanto en Occidente como a ojos rusos, no llegó jamás a desfacer su propio entuerto). Y con ello no pretendo exculpar a la piltrafa de Boris pero, de algún modo, en esas decisiones finales se redime en parte de tanta mierda tanto heredada como perpetrada. Y, a lo que vamos, es Occidente con su expansionismo irresponsable quien lo lleva a tomar tal decisión (como de nuevo ha sido Occidente quien ha acabado por decidir a Putin a abandonar toda ambigüedad y romper puentes, PORQUE NO QUEDABA OTRA, por la defensa de SU PUEBLO). Occidente, la OTAN y la UE lo pudieron hacer mucho mejor desde la caída de la URSS (las decisiones asimilacionistas con respecto a Europa y Japón en la postguerra) pero optaron por la excluyente bota de Versalles: bueno, pues esto es lo que hay. El NOM es lo que tiene...