viernes, 1 de diciembre de 2023

LA BLASFEMIA MAS GORDA


A mediados de septiembre, leyendo a Erika Ostrowsky sobre LFC me vino esta idea megaincorrecta a la cabeza (que dedico al Nietzsche morreador de caballos turineses): si Jesucristo no hubiese sido descrito por otros (los evangelistas) en su via crucis y calvario, si todo eso lo hubiese escrito él mismo de su propia mano ¿no sería en vez de un sujeto de culto un puto exhibicionista manipulador de compasiones, como esos mendigos que explotan sus muñones y carencias no pocas veces ficticias? Aunque tal vez JC y LFC sean UNO porque, a fin de cuentas, quienes dieron testimonio de la PASION lo hacían no como dueños y señores de su propia musa sino como meros transcriptores del Verbo de Aquel cuyas cuitas narraban (esto es, Cristo cuenta sus desventuras usando a los evangelistas como estilográfica). Y visto así, ¿Cristo no sería un presagio sobrehumano de Celine, y éste un epígono humano, demasiado humano de Cristo?





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