Australiano de pura cepa, como los SPLIT ENZ (otros que tal) y como PRISCILLA (la reinona de las arenas, con su zurullo de Agnetha guardadito en el tarro de confitura), yo lo descubrí en la era kakozoica, tan lejana ya, cuando entre los muchos discos que Olvido, Nacho y Carlos se trajeron de London, había uno con una portada inefable [que ya glosé en el apartado correspondiente de esta entrada shadowliner], de una especie de feto ya crecidito envuelto en papel Albal. El contenido no desmerecía a la portada: títulos como DEJAMEJODERTUMENTE (así, en castellano y de un tirón), PREMATURE EJACULATION, TOWER OF MADNESS, I'M A GENIUS (heredando en vena la megalomanía autorreferencial del divino Fowley, a quien se le da un aire tanto en careto como en estilo vocal), DUFF RECORD, GIVE ME BACK MY BRAIN... [disco entero aquí]
Años más tarde, Luis Marquina, el primer bateras de LA MODE, me descubrió el segundo lp de nuestro homúnculo, editado para más excentricidad en nuestro país por DISCOPHON (la compañía dirigida por Lauren Postigo donde solían grabar Esteso, La Camboria, creo que también los Calatrava y el Bruno Lomas más decadente). En este álbum, el primer y genuino DUFFMAN se marcaba una versión tecno de WALK ON THE WILD SIDE y, el resto, temas muy teatrales, como de opera rock (nada que ver con lo anterior, más rocanrolero y punkarra), pero igualmente atractivos en su dominio de lo grotesque y lo arabesque (DADDY IS A MUSHROOM, ELEPHANT MAN, LE POSEUR, I AM THE FLY o SLAVE OF MARAKEESH). Para más inri, el artista en la portada dejaba su look fetal para ir de guaperas, dándose un imprevisto aire al Kenneth Branagh.
A partir de ese momento le perdí la pista y varios milenios después, en mis primeras exploraciones internáuticas, me volví a topar con él en su página web. Resulta que el sujeto, tras su cuarto de hora de éxito, se volvió a las arenas marsupiales y allí continuó una carrera larga en discos, performances (desde Sinatra al ZIGGY STARDUST enterito), photoshoots y de todo, pero poco conocida en el hemisferio occidental (salvo los maníacos fans de rigor). Tan desconocida que, si pinchan en alguno de estos programas mulares y soulsikeros o simplemente en el buscador de turno y la wikicosa, prácticamente este sujeto no existe [ahora, en la Tubecosa, como testimonia esta entrada, la cosa parece enmendarse].
Ahora, en una reciente megaescucha de Bowie, descubrí cómo en unos curiosos guiños sinatreros el Omnisciente Dios del Glam parecía chupar rueda de su epígono y más concretamente de su síntesis SINATROWIE. Emocionante momento en que discípulo puede aportar algo a la trayectoria del Maestro.