viernes, 15 de noviembre de 2019

Opinión en Facebook de uno que no suele opinar mucho.



Esta fue una respuesta en  el muro de Facebook a maese Zurdo.
Nunca suelo dar opiniones de esta índole, pero esta vez sí. 
Todo venía a colación de los CdR y demás movidas indepes.
Él mismo consideró oportuno que la pusiera aquí. 
Añadiré pequeñas morcillas en otro color si fuese menester.



Tú mismo expusiste la tesis de España mameluca (la cuarta).

Yo me siento representado ahí, en ese hueco. A mí, al menos, me da un poco igual lo de la rotura de España. Eso no es óbice que para mí solución primigenia a todo este teatriyo hubiese sido no mandar a Piolin y unos señores policías, sino mandar al ejercito —no es cuestión de pegar tiros, más bien de jugar a echar los pulsos, tan en boga hoy en día—, como se hace en los países normales —imagino al Reino Unido, Francia, Alemania y Putin ya sabemos lo que había hecho—. Eso hubiese supuesto mucho sufrimiento, es verdad, pero los estados que se duermen cuando no deben, amanecen del revés. Pienso en ese punto en mi familia de Tarrasa, por ejemplo, que son los hijos de charnegos —entendiendo como charnego al emigrante que fue a Cataluña— que se sienten muy cómodos con la doble denominación español catalán o catalán español. Son gente normal que se ha visto abocada a una situación tensísima —no es buen tema de conversación en las familias, entre padres e hijos—. Lo que creo, si te digo la verdad, es que los veo preocupados, pero siguen haciendo sus cosas cotidianas. No se les ve crispados, mas sí hartos. Igual que algunos capitalinos que conozco. O al menos eso es lo que yo percibo.

Resultado de imagen de unboxing franco
Memes y memes y más memes.
Otra cosa no, ¡pero memes!
Con lo de la exhumación de Caudillo (proceso de actualización en toda regla de los malos rollos entre españoles que se vienen dando desde la centuria decimonónica) no era muy popular yo en mis entornos diciendo que lo dejaran estar, que le veía más inconvenientes que ventajas, más allá de revanchas (inventadas en su mayoría, quiero decir que no son reparaciones personales ni familiares sino catarsis que tienen que ver más con twitter, con estrategias políticas que con un cierre de heridas en la Historia de España —más bien todo lo contrario—). El guerracivilismo imperante por todos los bandos —yo esto sí que lo observo desde la equidistancia como ya la definí alguna vez, dos cosas que están tan lejos que prácticamente están al mismo trecho— es algo que se ha buscado desde hace bastante tiempo en mi opinión (aquí estoy escribiendo cosas que pienso por primera vez). Los frentismos llenan las vidas de las gentes que necesitan reafirmarse en sus posiciones. Y además ven su ideología como un pack cerrado. De esto se derivan estados de facebook misteriosos que no explico, como 

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Me metías en el saco de la 4.ª España, de una izquierda más de fondo que de forma.Y estoy muy de acuerdo. Yo quiero que la gente tenga las necesidades básicas cubiertas (o sea educación y sanidad públicos, trabajo y vivienda dignas; no es que sea muy novedoso lo que deseo) y a partir de ahí la libertad de decir lo que quieran. Pero mi poso izquierdoso, si es que se puede llamar así no ha de pasar por ismos impuestos por el relativismo moral, porque no (porque si bien las derechas no me pueden imponer su modo de pensar, las izquierdas tampoco). Ya lo decía Pasolini, el mundo moderno viene con sus mamarrachadas para marear la perdiz. En este país se ha mareado tanto la perdiz que creo que se han perdido cualquier objetivo meridianamente claro que nos beneficie a todos —porque cosas que nos benefician a todos o casi (las he comentado antes), hay desde luego, aunque en el estado actual de las cosas parezca imposible—. Nunca he mirado con admiración a los políticos de la Transición. Comienzo a hacerlo, Hacer equilibrismos para acordar mínimos hoy creo que lo descartan todos. Y es dificilísimo.

Todo esto está escrito desde la burbuja de la que apenas salgo.
Les dejo con un montajillo fotologuero vainiquero que haría por 2007 o así, y que cómo no, sigue muy vigente.


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