jueves, 17 de diciembre de 2015

Un día de furia, como otro cualquiera

Esto lo escribí hace unos días. Creo que no ha perdido vigencia, y me temo que no la perderá en algún tiempo. ¿Ataque de ira? ¿Hartazgo? Yo que sé...


De forma ínclita y pejigueras, con nocturnidad y exhibicionismo más allá de toda pornografía —elegante, cual huevo de Fabergé, comparado con este trago de julepe de mierda—, ha empezado, si es que no lo había hecho hace eones, en un continuo espacio tiempo regurgitable, la campaña electoral. No se esperen un análisis político, no se esperen acertadas disgregaciones sobre los candidatos y sus contradicciones. Eso es detritus de cloaca que no merece ser leída por ustedes, seres luminares. Eso lo dejamos a los fachas, a los progres, a los fachiprogres y a los progrifachas. ¡Ah, bueno, que eso ya está en desuso! Los fachas y los progres no existen. Todos ellos son DE MO CRA TAS CO MO LA CO PA DE UN PI NO. A los que quieren todo el té de China en sus bolsillos o asaltar los cielos viajando en Raynair o que se les tenga en cuenta porque al fin de al cabo hay ganado homínido que les vota en una urna de plástico con papel barato en forma de volente —no del de los coches, sino el tamaño de la dichosa papeleta—. 
Y para colmo de males, me ha tocado suplente de Presidente en una mesa. ¡Vayas censos de mierda tiene el CNI! O al contrario, ¡saben cómo joder la marrana! Domingo, 8 mañana. Ojeroso y malencarado miro la fiesta de la democracia como un extra a las Pascuas. Quiero una batería de cocina de Ciudadanos, un plumier de Rajoy, la coleta morada del buscón llamado Pablillos y del otro con pinta de policía municipal quiero que me deje en paz. Quiero que me dejen en paz todos. Quiero que Expaña no sea un país de tertulianos. Son deseos que caen en el saco roto de un sistema que no acaba de romper. ¡Putin, ven a pegar una patada!  ¡Una patada tuya bastará para sanarnos!


Mejor, deseo que todo estalle en mil pedazos, y que como materia vagando por el vacío interestelar nuestros átomos olviden que alguna vez fueron votantes, en un país llamado España, de un bloque llamado UE, aliado de USA para manosear pueblos igual de oprimidos pero más pobres.



Esto es una vomitona de berrinche de tarde de viernes. Una tarde de viernes en la que estoy que me salgo del pellejo. Y lo peor de todo es que todos ellos ríen, todos ríen. 
Y a esto no le veo yo ni puta gracia.


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