Estoy tan satisfecho de este post en Facebook
que lo convierto también en entrada luminarca
Está de moda por FB (debe de ser -digo yo- un remanente de lo políticamente correcto) pedir a los malos que no hagan maldades. Me parece tan grotescamente ¿farisaico? ¿goliardesco? ¿coreográfico? ¿Uno se imagina a alguien pidiendo a Mengele que abandone sus experimentos y se dedique a la acupuntura y a la pediatría? ¿De qué va esto?
El chantaje moral es el arma de los malos para confundir a (algunas -desde luego, a mí no-) personas de buena voluntad. Pero pretender usarlo desde la buena voluntad contra los malos (esto es, contra quienes lo inventaron y que, por supuesto, son impermeables a ello) me parece de una alienación supina.
Lo siento, me sigo quedando con el ciudadano que pide su desayuno arma en mano o con el que (más templado e inasequible a días de furia) planea el modo más eficaz de acabar con los malos o, si se trata de pedir, el que pide al Padrino y/o Dios de turno que le resuelva la papeleta. Pero tonterías las justas.
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