A Antonio Fernández Ortiz me lo descubrió el zenmeister allá por la transición 99/2000, cuando huroneaba por la biblioteca de la Fundación de Investigaciones Marxistas tras la huella de Lenin. Me pasó artículos suyos publicados en UTOPIAS y PAPELES DE LA FIM. A los dos, tan poco latinos y tan proserbios, siempre más convencidos de que la Revolución debe de hallarse vecina a Esparta y no a Sodoma (salvo, claro, cuando ya no hay revolución que valga sino mero populismo y parcheo cortoplacista, a ver lo que puede seguir la nepo/nomenklatura un poco más en el machito apoyándose en lo que sea, por muy contradictorios y antinaturales que sean los apoyos, siguiendo el caótico y desastroso ejemplo de Perón, hoy referente último y visceral de la ¿izquierda? latinoamericana, abocada finalmente a lo que marquen y dispongan los líderes emergentes China -esteroides- y Brasil -llamémoslo... ¿estrógenos?- o a cerrar el chiringuito y rendirse en toda regla al puro y duro Tío Hayek -perdón, Tío Sam-), nos acompañó mucho su reivindicación de Stalin, tan a contrapelo en un tiempo en el que los abertzales parecían estar más a gusto con los traficantes de órganos kosovares (ghetto delincuencial -como el soñado por Lucky Luciano en Sicilia- hoy elevado a estado independiente gracias a la presión usaca) que con los auténticos balcánicos antiatlantistas, los bombardeados por la OTAN en marzo del 99 (bueno, los muertos provocados por Yeltsin en su bombardeo de la Duma en octubre '93 tampoco les habían preocupado una mierda: muertos que sin embargo supusieron una auténtica impronta para nuestro hombre, llegado a Moscú un año antes y que se sentiría más nacional/comunista aún tras esa masacre auspiciada por los neoliberales y digerida con su silencio cómplice por la izquierda políticamente correcta de todo el mundo, eslavófoba y caprichosamente proislámica -sí en los Balcanes pero no en Argelia-, izquierda que volvería a remachar su eslavofobia en los conflictos del Cáucaso entre Rusia y los títeres secesionistas de Turquía e Israel -conflictos estudiados por Fernández Ortiz en su trabajo sobre la intoxicación mediática CHECHENIA VERSUS RUSIA-).
Hoy Antonio Fernández Ortiz, en su defensa del rigor y la austeridad (no en vano uno de sus referentes es Delibes, uno de los últimos hombres decentes que han jalonado la cultura castellana), sigue siendo una figura desconocida para los adictos al ¿sincretismo? culebroncas de ALO PRESIDENTE, a los saltarines raids de Verstrynge por las remuneradas tertulias de Tele 5, a las acampadas tan respetadas por Rubalcaba, a la farisaica incontinencia oenegera, a las propagandas chillonas y estridentemente tabloides que parecen estar más por la labor de alimentar hooligans y mamporreros en beneficio incondicional de tal o cual terminal a medio caucar (insisto: al final se hará lo señalado por China y Brasil -seamos serios, el enquistamiento talibánico no es lo que le va al latinoamericano, salvedad hecha de aquel fenómeno "abominable y aborrecible" llamado Sendero Luminoso, cuyo gato negro ultramaoísta, vuelto ahora gato blanco ultracomercial, pero chino en ambos casos, será llevado al agua sí o también: la impremeditada e irónica revancha del Comandante Gonzalo, ese Kurtz peruano, paradigma de lo incorrecto-) que por CONCIENCIAR al personal (uno no encuentra en Fernández Ortiz -como en otro desconocido, Julio Anguita, desconocido éste por olvido premeditado para las nuevas generaciones tan ¿rebeldes? y llenas de ¿dinamismo?- ni sombra de reduccionismo, de sensacionalismo, de regodeo en el exabrupto, sino voluntad docente, datos, incitación a la R-E-F-L-E-X-I-O-N, no fast/food tironeando de las solapas a las ya bastante embrutecidas neuronas del cibernauta/lector/televidente-).
El zenmeister trató en estos años de conseguir a través de la FIM y del PCE (al que se supone sigue vinculado) una manera de contactar con Antonio Fernández Ortiz: imposible, hermetismo total. Curioso... En fin... Para los que prefieren aguzar su odio cual rayo láser a través del pensamiento germen de la acción y no degradarlo en numeritos narcisistas, pitbulleros, faltones, a lo tertulian@ de LA NORIA o presentador(a) de LA SEXTA, lo mismo hasta les resulta estimulante descubrir a este señor. Aquí dejo unos cuantos links:
TESIS SOBRE EL COMUNISMO SOVIETICO
STALIN
ENTREVISTA A ZINOVIEV
LOS SOPORTES ETICOS DE LA CIENCIA SOVIETICA
parte 1 parte 2 parte 3
CAUCASO (http://www.elviejotopo.com/web/archivo_revista.php?arch=1144.pdf )
MEMORIA HISTORICA (QUE NO HISTERICA)
LA NOVELA EN CUESTION
http://books.google.es/books?id=hh1tnNeZ5yEC&pg=PA11&source=gbs_toc_r&cad=4
7 comentarios:
En Esparta todos se levantan temprano y no no hay siesta.
Estoy de acuerdo en que las revoluciones son más espartanas -o deberían- que dionisíacas o báquicas... pero creo que nadie está por la labor.
Yo antes daba importancia a estas cosas. Hoy casi que no. Los librepensadores a mi manera no somos así. Esparta, Serbia, la URSS... ufff. Gente que se toma demasiado en serio. Como ese amigo suyo que decía lo de lo serio que era ser de aquí.
Cosas serias no. Me pongo más triste.
Ese amigo mío, como dices, quedó completamente rebatido con la mirada berlanguiana. No es serio ser de aquí, al menos desde hace bastante. Es triste. Y, a partir de ahí, según nuestro metabolismo, cada quien gestiona su tristeza como puede, con la sublimación de la sonrisa o con la explicitud de la acidia total. En mi caso, bipolarizo según el día. Hoy, al toparme con la entrevista en la web esa de Cieza con este señor al que sigo con interés y simpatía desde años, pues me ha salido este desahogo.
Los desahogos son libres, por Dios.
Yo no me siento orgulloso de ser español. Lo soy y ya. De una de las Españas. Mi camino me lleva al esperpento más que a la chanza o la pedrada al ciego, pero como bien dices, los desahogos son según te pilles, y viendo hoy "La Venganza de Don Mendo" la dicha se ha apoderado de mí durante algunos momentos.
Son muy interesantes los ensayos de mi archienemigo y admirado Chesterton sobre España. Al menos en Andalucía acierta de pleno, siendo totalmente vigente.
A mí del marxismo me atrae la antropología, tan darwiniana, tan mecanicista. Pero lo otro no me convence. A mí no me dejarían hacer mis tonterías. Ni escribirlas. De todas formas siempre he sentido simpatía por la Revolución Rusa -antes del Padrecito-, no así en los comunismos americanos, siendo tan pintorescos, lo contrario, como bien dices, al espartano y recio ideal revolucionario.
Fidel como personaje me parece magnífico. Como político y líder lo veo pesado.
Mi ranking de personajes políticos latinoamericanos que me atraen y/o me fascinan son:
los honrados y respetuosos con la ciudadanía como Juan Velasco Alvarado (el Bismarck peruano), el guatemalteco Jacobo Arbenz o Jango Goulart (el Suárez brasileño)
los visionarios fanáticos como Abimael Guzmán (que, cuando leí que padecía soriasis, me inspiró un cuento de horror cósmico a lo Lovecraft -cuento que luego perdí misteriosamente-), a quien veo como una mezcla de Kurtz y de Lope de Aguirre (la película dedicada a Sendero Luminoso que dirigió John Malkovich, PASOS DE BAILE, es sumamente inquietante y una de las escasas ocasiones en que Javier Bardem me resulta soportable) y que dijo una frase que gana cada día más con el tiempo: NO VEO LA MENOR DIFERENCIA ENTRE CASTRO Y PERON y es muy interesante que la primera acción senderista fue profanar la tumba del general Velasco Alvarado por considerar que la revolución de éste, incruenta y bastante popular entre la población, había impedido desarrollar antes el maximalismo implacable de Sendero Luminoso
los excéntricos no sanguinarios como Jorge González Von Marees , fundador del nacismo (con c) chileno, partido que sería machacado por un gobierno conservador lo que le llevaría a derivar hacia una izquierda nacionalista (acabaría formando parte del Frente Popular de los 30, contemporáneo del francés y del español), a ser psiquiatrizado por el gobierno (el mismo que lo había machacado cuando era nacista) y, años después, ya prácticamente desacreditado como político (los medios gubernamentales lo llamaban "el loco Von Marees"), evolucionó hacia un centrismo liberal
del castrismo sólo me interesa su vinculación con la URSS y que haya servido como última Thule para mi amigo Carlos Tena pero lo caribeño, en general, no me atrae lo más mínimo
A mi del Caribe, los piratas y la Guerra de Cuba, donde estuvo mi bisabuelo, del que aún conservo sus diarios de tan magna experiencia.
Las guerrillas selváticas y acaloradas, perladas de sudor, fango y acentos suavones definitivamente no me gustan. Como divertimento me gusta saber de esa gente africana tan loca, a los que el Ché riñó por su falta de austeridad. Ya me imagino yo al señor Guevara de la Serna entre oro y marfiles poniendo los puntos sobre las ies.
Las guerrillas selváticas me gustan si son indochinas. En realidad, Latinoamérica está podrida desde el comienzo: a la corrupción terminal de los imperios precolombinos (tan bien reflejada por Mel Gibson en APOCALYPTO) se une la de los conquistadores. De ahí que todo esté marcado por una mezcla disfuncional de megalomanía y picaresca. Por eso valoro a los escasos gobernantes honrados, a los fanáticos incorruptibles como el comandante Gonzalo (que, a su manera destroyer, tenía una intuición que siempre he considerado brillante: volver a los orígenes previos al paso de Bering, esto es, al ADN extremooriental -es muy simbólico que a algo tan chino como el senderismo sólo lo derrotase otro sujeto de ascendencia amarilla, el nisei Fujimori-).
Por otra parte, me desagrada la gente que gusta de regodearse en los discursos: Mussolini, Hitler, Castro, Chávez... En los Tubes se ve que tanto Velasco como Arbenz hablan lo justo, para explicar una situación, pero con un tono más sincero que retórico (aquí tenemos a Suárez, que nunca se sintió cómodo discurseando y cuyas intervenciones siempre conmueven porque no son gratuitas sino en consonancia con la gravedad del momento, la antimateria de ZP o del seductor cantinflismo de Felipe González). Y los gobernantes lacónicos, como el padrecito georgiano, siempre me resultarán más interesantes. Uno de los escasos políticos que hablan y dicen y enriquecen al oyente fue Anguita: no en vano era maestro (siempre he encontrado algo crístico en su manera de expresarse).
Era maestro en Nueva Carteya y en Montilla, pueblos muy cercanos al mío. Conozco a muchos amigos personales suyos.
Las reuniones clandestinas del PCE de la comarca se hacía en un sitio llamado Mesón El Zorro (por el enmascarado) donde hacía unos langostinos plancha para chuparse los dedos.
Casualmente un amigo mío, compartió guardias en sus últimos años como maestro en el Góngora, el instituto más viejo de Córdoba.
Anguita es de hablar claro, eso no se le puede negar.
Hablar claro es inversamente proporcional al éxito. En la política y en todo.
Pero IU se pierde mucho en la consigna, eso hay también que tenerlo en cuenta. Mi adorado pueblecito, cuna del anarquismo ibérico, hoy en plan decimonónico se turnan el PSOE e IU en las tareas de hacer chapuzas faraónicas.
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