viernes, 13 de noviembre de 2020

LAPOCALIPSIS


Soñé visiones espantosas y boscosas (más del Bosco que del bosque) pero lo más espantoso fue comprobar cómo, cuando creía estar soñando, me hallaba plenamente vigil.

Propagandas extremistas camufladas en anuncios de móviles. Justificadores de lo injustificable y presuntos detractores de ello cobrando de la misma teta mediática  

En la lejanía se oía a un sujeto a medio travestir con rictus de Andrés Pajares canturreando una copliya ("AY, LA MONTERO, AY, LA MONTERO, JUANITA RICO DOS PUNTO CERO...").

Llovían orines y gargajos no del cielo ni de los balcones sino desde las alturas del Poder. Las mascarillas y los pasamontañas se confundían en insana vorágine y los muertos se escondían en los rincones para no crispar a los detentadores de la supremacía moral y de los sueldos (nomenklatura política incluyendo terroristas jubilados y elevados a la categoría de eméritos, gentes del espectáculo, capitostes mediáticos, gurús e influencers de la mercadotecnia...).

Pero Grullo, aupado en su rocín, explicaba a los dolientes (que firmaban manifiestos constitucionalistas y "exigían" enmiendas a la totalidaz en la red, pero siempre con la venia y sin apartarse un ápice del consenso antiVOX y antiTrump) lo aplastantemente lógico de semejante monzón (sí, es juego de palabras) en un país convertido en orinal y escupidera. Y apostillaba que, si alguna vez se cambiaban las tornas y había CAUSA GENERAL contra los desmanes hoy vigentes, debía dedicarse especial atención a cuatro nombres que, con su fomento del low profile, eran los responsables últimos de la parálisis de contestación real (auténtico SIDA social por aquello de la I-N-M-U-N-O-D-E-F-I-C-I-E-N-C-I-A) tanto en las instituciones como en la población: RAJOY, SAENZ DE SANTAMARIA, ARRIOLA y VILLALOBOS. Por cierto, Pero Grullo recordaba, tanto en sus gestos como en su mirada, a aquel vienés puñetero cuyas iniciales casaban con las de su país en descomposición, KAKANIA (sí, también es juego de palabras, por si el guiño cromático no lo ha dejado claro o hay algún daltónico entre los presentes).  





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