jueves, 27 de junio de 2013

Lo anacrónico. Manifiesto dialogado en tres actos contra la estupendez post post postmoderna

Acto I. La charla.

Páramo de los Cárpatos. Una casa.
INT. NOCHE


Padre: Hijo ¿de dónde vienes a estas horas, con esas pintas?
Hijo: Tú no mandas sobre mí.
P: Eso ya lo veremos. Yo pongo el salchichón de perro en tu boca, con el esfuerzo de mis manos artríticas, despellejadas, doloridas. ¡Insensato hijo! No deshonres esta casa. Sé lo que haces por las noches. Me lo dijo el anciano Oktika. 
H: ¡Viejo metomentodo! Está muerto ese cascarrabias. ¿Sabes por qué nos espía entre los arbustos y las rocas? ¿Acaso lo sabes, padre? ¡Tú no sabes nada! Arañas la tierra como un vulgar labriego.
P: Bueno, es que soy un vulgar labriego...
H: Tú mismo me das la razón. ¡Qué pereza das, padre mío! Tan aburrido, con ese bigote señor de los Cárpatos y esa horrible música que escuchas en tu radio made in China. ¡Eres lo peor! ¡Te odio! Hiedes a incultura.
P: ¿Acaso no te enseñé las cuatro reglas? ¿No te enseñé a diferenciar las churras de las merinas? ¡Dios, llévame contigo como lo hiciste con mi pobre esposa! ¡Que vergüenza de hijo! ¡Virgen Santa, ayúdame! ¿Por qué traes la maldición a mi casa, Satanás?
H: Mamá me dijo que jamás te hiciese caso porque eres un loser.
P: ¿Un qué?
H: No eres cool, padre. No sabes nada de mi vida...¡de la vida! ¿Acaso conoces al hijo del porquero, a Rasvan?
P: ¿Ese que era medio tonto?
H: Rasvi es especial. Hace unos diseños ideales. Pinta sobre dinero niños mongólicos muertos con mierda y un palillo de dientes. Nos juntamos para ver su performance. Bebemos cócteles en copas de balón ¿saben lo que son las copas de balón, padre? ¡Qué vas a saber!
P: Hablas cosas que no entiendo, no comprendo lo que dices. ¿Qué te han hecho? ¡Te han embrujado! ¡Estropear el dinero con mierda de gorrino! ¡Las blasfemias que hay que oír de tu sucia boca!
H: ¡Bah, padre, das demasiada importancia al dinero! Tienes mal karma ¿sabes?
P: ¿Entonces por qué me robas por las noches oscuras? ¿Si es robado es mejor el dinero? ¡Seguro que te drogas como el primo Velkan! 
H: Claro que me drogo, ¡qué cosas tienes! ¿Cómo iba a soportar este infame pueblo con su olor a oveja cagada y a nueces que se pudren en la despensa? ¡Huele a queso! ¡Qué infame! Me indisponen, padre, todo esto me indispone. Creo que aceptaré el trabajo de relaciones públicas en Bucarest. Al menos allí me trataran mejor.
P: ¿Relaciones qué? ¿Públicas? ¡Me partes el corazón!¡No quieres ser un humilde labriego! ¡Ye vas a Sodoma a vivir entre saltimbanquis y titiriteros!
H: ¿Un titiritero qué es, un cool hunter?
P: Niño, estás mongolo.

Esta riña que ocurre en los Cárpatos, como podría haber ocurrido en sus casas, es una alegoría de muchas cosas juntas, variadas y distintas. Primero, cuando el hijo dice al padre que no manda en él se repiten los cánones absurdos perpetuados por la ramplona progresía de que el joven ha de ser rebelde. La rebeldía a esas edades es producto de las hormonas y no del buen discurrir, más bien de todo lo contrario. Las cabezas de chorlito abundan en la juventud. El hijo es claramente un gañán con ínfulas de moderno que se aferra a lo nuevo como contrario a lo antiguo, a lo que conoce, que huele a queso y a salchichón de perro, sin darse cuenta que la obra de su amigo Razvan, huele a mierda, pero al ser una cosa novedosa, tiene el aura fantasiosa de todo lo reciente. El predestinado a ser moderno, y para más inri moderno siendo de pueblo, siempre quiere huir. Huir de casa, de la familia, de sus amigos no modernos y de su olor a queso. Porque es por eso que llora por las noches en su habitación llena de pósters de Keep Calm y de libros de poetas contemporáneos, pero malditos —son malditos porque ellos lo dicen— porque comprende que huele a queso, y allá donde vaya percibirán el olor, por lo que tendrá que echarse los bálsamos más modernos, porque quiera el hijo o no, aunque sus futuros amigos sean veganos, saben a que huele el buen queso curado, porque por las noches lo echan de menos, o incluso lo comen a escondidas,a hurtadillas. Este es un mundo en el que la drogadicción puede ser pública, pero no se puede, ni se debe, oler o comer queso.
Un mundo que no huela a nada producido por un ser vivo que no sea el hombre en sus fábricas. El padre se aferra a lo que conoce en contraposición. Es un ser sencillo, pero no por ello deja de tener aristas. No comprende muy bien lo que le pasa al hijo, pero presiente que es algo relacionado con la idiotez. Esta conversación es paradigmática de lo que se da a conocer como rupturismo pasajero, pues dentro de 30 años, si es que el hijo vestido de mamarracho consigue procrear tendrá la misma absurda charla con su hijo, que será adorador de una secta piramidal de jabones o incluso un estudiante de ciencias económicas.
El Doctor Halifax, crítico literario y mesmerista.


Acto II. El Ministerio de la Verdad

Plató de televisión de cadena generalista. Programa de debate.
INT. NOCHE





Presentador: ¡Por favor, Antonio! ¡Deja hablar a Mari Puri!
Mari Puri: Yo tenía la palabra, llevo media noche con la mano levantada... lo que yo quería decir es que tu periódico y tú mentís como bellacos. Todo el mundo sabe que las mandarinas son naranjas pequeñas, y no como vosotros decís una mutación por culpa de la coyuntura económica. Una vez dicho esto quiero aclarar que el responsable último de la plaga del escarabajo de la patata es culpa del subsecretario de mecanismos de movimientos perpetuos de la oposición. Fue el quien puso la mano para que los escarabajos vienesen a España en la pasada legislatura. ¡Mano dura! ¡Mano dura!
Antonio: No pongas en mi boca palabras que yo no he dicho. No lo voy a permitir. Retíralo o me voy.
M.P: Pues vete... mejor nos quedamos.
P: Haya paz, haya paz... bueno, retomemos la cuestión, Antonio ha llamado meretriz a Mari Puri...
A: ¡Qué más quisiera ella! ¡Se la ve faltica!

El público ríe la ocurrencia. Saben que si no aplauden no se llevarán a casa la thermomix prometida.

M.P: ¡Indignante! ¡Una guerra es lo que te hacía falta a ti, payaso!
A: ¡Eres una terrorista!
M.P: No, tú eres el terrorista. Todos sabemos que tienes un primo en Renteria.
A: No me hagas hablar de familias, que según mis fuentes, estás emparentada con la Casa Real en quinto grado de parentesco. ¡Y a mí me hablas de indignación! ¡No tienes vergüenza!
Tertuliano que sólo habla una vez: Yo creo que así no llegamos a ningún lado. La distribución geopolítica, la deuda externa del Sudán y las hipotecas subprimes os hacen hablar así de malamente. La culpa de todo la tiene Wall Street y la consecuencia es que el escarabajo de la patata...
M.P. y A: ¡Calla ya, subnormal!
Presentador: Aprovechando este instante de silencio les ofrezco este reloj, el reloj sumergible del ejercito checheno, con cápsula de cianuro, brújula y localizador gps. Tan sólo por 99 euros. No me dirán que no es bonito. Llamen al número de teléfono que aparece en la pantalla y podrá ser suyo. A las primeras cincuenta llamadas, de regalo un AK 47 de reglamente, proveniente de Afganistán.
Pasamos a publicidad.

En realidad esto es una película. No hay gobierno ni oposición, ni siquiera, después de la explosión, quedan escarabajos de la patata. Estas películas, basadas en documentos multimedia archivados en la Biblioteca Nacional del Congresos de los Estados Unidos, son enormemente populares en las colonias del extrarradio. La gente no las comprende muy bien. Sólo han sido educados para trabajar las tierras o hacer ropa en grandes telares, pero estos filmes le hacen gracia. Las toman como películas de humor. Los estudiosos de las épocas pretéritas aún no saben porque se hacían estos rituales mediáticos, pero por la falta de discurso y por el tono histriónico serían las series de humor de esos tiempos. No sé tiene claro si había un guión o lo inventaban sobre la marcha. El veredicto de este censor es que son inofensivos para el pueblo de los extrarradios, pero contraproducentes para funcionarios de más rango, pues si adoptan estos modos, pronto habría carencia de ellos, pues la urbanidad debe ser la constante en nuestros tecnócratas, y si fuesen gritones y maleducados habría que retirarlos inmediatamente del servicio activo por métodos incompatibles con la vida.
Censor #49503 MdlV – Informe 5946568bis sobre tertulias de ficción.

Acto III. El Gran Salto Palante y La Larga Travesía del Vacío


Plaza de pueblo. Mitin político
EXT. DÍA

Orador: Queridos amigos o amigas todos o todas, estoy en este o esta, vuestro pueblo o puebla, para anunciar las nuevas noticias o nuevos noticios que acontecen en la capital o el capital. Nuestro partido o partida ha decidido en subcomisiones independientes o independientas de la cúpula o el cúpulo presentar mociones o mocionas que eleven nuestro bienestar o nuestra bienestar hasta puntos y puntas insospechados o insospechadas en un pasado o pasada reciente o recienta. Para empezar las infraestructuras o infraestructuros quedaran relegados o relegadas, poniendo en la agenda o agendo la popularización o el popularización del deber ciudadano o ciudadana de romper con todo lo viejo o vieja de forma o formo tangencialmente contingente o contingenta.
Público: ¡Contingente o contingenta! ¡Contingente o contingenta!

O: Desde el gobierno o gobierna os prometemos o prometemas una cosa o coso muy importante e importanta. NO SERÉIS MÁS TÍTERES O TÍTERAS del partido o partida que tanto os odia u odio. Ahora vosotros o vosotras seréis los primeros o primeras en trabajar más y más, hasta la extenuación, a mayor gloria o glorio de nuestro líder o lídar.
Por un mundo o munda sin rencores o rencoras.

Las palabras de Godofredo Lerchundi, Vicevicesubsecretrario del Infracomité de Desechos Orgánicos y/o Humanos [VIDOYH] dejan patente que sólo por el salto palante renunciando a toda base anterior conseguiremos lo que todos pretendemos: dejar de ser nosotros para ser ellos o viceversa, según dicten las directrices del señor que humildemente ha aceptado ayudarnos en ser personas mejores. Nuestro Líder Antón Clavijo.
Godofredo Lerchundi, pueblo.





jueves, 13 de junio de 2013

UNA TESIS MAESTRA

"La existencia de ebooks mal diseñados, no sólo pone de relieve las posibles carencias técnicas de los usuarios y editores amateurs, sino que saca a flote unas cuestiones más profundas, como son una falta generalizada de educación estética. Tampoco podemos pedir, en una época en la que el término educación está tan devaluado en todos los aspectos, que dicha educación sea generalizada, pero si que al menos se haga patente en los que por iniciativa propia diseñan, ya sean libros electrónicos, páginas webs o banners." (MIGUEL MORALES)


Un viejo pistolero tipográfico se enfrenta a esa cornucopia de irrelevancias que es Internet y nos ofrece este texto, reflexión moral a la par que manual de navegación, indispensable para todas aquellas voluntades que se mueven por la Red (tanto creativa como receptivamente) con un cierto sentido de lo Estético (esto es, de lo Etico).



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