miércoles, 31 de octubre de 2012

Bookcrossing Blues: ideacas postmodernas


Carecer de libros propios es el colmo de la miseria.
Benjamin Franklin


Ostras, fíjate, éste lo ha leído un filipino transexual
 que hace skate, ¡total!
Por ahí, en el mentidero facebookino, se encuentra uno con cosas bastante raras. Sí, hay gente pá tó que decía el torero. Ya son las noticias que llegan a mis oídos sobre el bookcrossing, esto es, dejar libros para que las gentes los cojan y haya regocijo, y después los recolectores, una vez ojeado el mamotreto en cuestión, lo dejan por ahí para que otro lo encuentre y haya regocijo de nuevo. ¿Es la hecatombe de la cultura? ¿Es eso de la cultura es gratuita que tanto se repetía en la empalagosa Transición? Porque, a ver, ¿no hay acaso bibliotecas? ¿no venden ya las librerías? Y es más ¿no han ideado esos cachivaches infernales a los que les cogen millardos de libros, más o menos la mitad de la producción de César Vidal? Sigo perplejo. La gente quiere darle un misticismo, misterio, un jiji jaja, al asunto, que es como ir a comprar droga porque te gusta ir al poblao a ver el ambiente. Eso devalúa el objeto libro. Los libros se han dejado siempre -muchas veces pidiendo el dni en prenda-, se han regalado en Navidades, incluso se han comprado para adornar estanterías. ¡Se han robado! La historia de un libro es bonita si es un ejemplar de una edición del s. XVI que se salvó de la hoguera porque un judio converso de los que lamía tocino por las calles lo escondió en una falsa pared. O ese libro firmado por el autor en estado de embriaguez en un bar de viejos a las cinco de la mañana. Pero es que estos modernos quieren hacer de una edición en rústica un caso CSI. Acabarán analizando el ADN de todos los miasmas de los que hayan manoseado una edición barata de cualquier librucho de Ray Loriga, es un poner. Yo no utilizo las bibliotecas, porque soy “joven” en edad de coleccionar y mi principal pasión es tener muchos libros, pero las defiendo a capa y espada. Son necesarias en las sociedades modernas... en las postmodernas, los hipsters, con sus gafas de pasta y sus bolsos locos, con sus extraños sombreros y su búsqueda perpetua del malditismo más superficial necesitan un extra, porque si no las cosas son como aburridas.
El añadido liberador
El libro es continente, es contenido, es olor a tinta, o es aroma a viejo amarillo, se puede encontrar en todos los sitios donde aún haya un atisbo de esperanza para la raza humana... como diría el controvertido Günter, todos, hasta los más malos, todos los libros, son sagrados. No tienen que compartir esta visión conmigo o con Grass, pero la banalización, esa burdo intercambio, no sé a que conduce.
Idealización de lo rancio
Ya mismo un libro será un objeto raro en el mundo PDF. Amenlos, acaricienlos, lo que hay dentro es lo importante, pero no deja de haber un trabajo detrás. Y muchas veces, un buen gusto por la forma, por el papel, por las tintas y grabados. A lo mejor, ustedes que no se han manchado las manos de tinta me dicen que soy un exagerado. Puede ser, nos estás restringiendo nuestra libertad de hacer el guay. Nada más lejos de mi objetivo. Hagan lo que les salga del ciruelo. ¡Quémenlos si quieren! Ya sabemos quienes son los que queman libros. Al final, acabaremos reescribiendo, en formato Kindle de gran calidad que nos pasaremos por iCloud, todo. Y puede ser que mañana ni existas. Aunque claro, para eso tendrías que salir en un libro.  


lunes, 1 de octubre de 2012

¿NO HABRA MAS PENAS NI OLVIDO?

(escenas de lucha de almas -que no de clases- frente al Congreso)

"Leña y punto"
(J.M. Sánchez Fornet, secretario general del SUP)

Desde que Rubalcaba dio permiso a las ¿Fuerzas de Orden? para repartir leña cuando en la canícula de 2011 los indignados se decidieron (¡por fin!) a rodear Interior, EXpaña está como Argentina mediando los 70, rodeándose a sí misma (cual madeja coital de serpientes con alma de escorpión), en plena lucha entre las dos almas del PSOE: el partido del GAL versus la república virtual de la señorita ZetaPepis. Suciedades parapoliciales contra necedades coreográficas. El resto, libertarios irreductibles, comunistas inasequibles al chantaje ¿frentepopulista?, islandeses (clase media no adscrita pero sinceramente contraria a la corrupción partitocrática -los auténticos huérfanos de la UCD-), por mucho bulto que hagan en las protestas, son meros comparsas frente a la superestructura, la PSOE (como dicen los penibéticos más apesebrados), que recoge, desde la seducción entreverada de miedo (el 23F, el 11M), el testigo de la superestructura franquista, más primaria (y, por tanto, construida a la inversa, a partir de un miedo mayúsculo y prolongado que irá engalanándose, a partir del desarrollismo, con vetas seductoras -esa seducción impepinable y elemental de la rienda que se afloja...-), frente a las cuales el PP no es más que anécdota sin entidad propia (satélite neofranquista -pero menos, si vamos a la letra pequeña- con Aznar y rehén de los protocolos con el PSOE -desde mayo de 2008- con Rajoy) Y es que, en realidad, volviendo a la seducción de la PSOE, las ofertas que tanto Felipe como ZP hicieron tanto a los hunos (dejad que los fachas se acerquen a mí y los reconvierto en mamporreros de Interior -nada mejor para acabar con el involucionismo que encabalgarlo con un buen soborno ante sus fauces-) como a los hotros (los más ineptos, los más demagógicamente nerdos, con el presidente a la cabeza, serán los primeros -la administración entendida como antiutópico Club de la Comedia: parafraseando a uno de los Marx, todo, hasta SOPA DE GANSO, regresa pero en clave de farsa torpe, inane, descerebrada: el MUNDO FELIZ de Huxley reescrito por Mr Bean-) son ofertas imposibles de superar, reconozcámoslo. Sólo podría ocurrir tal milagro desde una visceral revolución interior en la mayoría de indignados, revolución que implicase trascender el miope y atomizado ¿qué hay de lo mío?, la nostalgia de pesebre, los bajos instintos lúdicos tanto ciegamente represivos como de narcisismo protestatario, los espejismos sectarios azuzados por unos medios que siempre serán el enemigo (el día que quienes rodean el Congreso, rodeen con igual ímpetu las sedes de EL PAIS y de LA SEXTA y de MEDIASET y de la galaxia PLANETA -la portavocía oficiosa de Rajoy y consorciada con el señor que mueve LA SEXTA y PUBLICO, por cierto-, ese día podrá decirse que la protesta está más cerca de ISLANDIA que de la Argentina alucinada del 74/75 lista, desde su esquizofrenia, para caer en horrores de aún mayor calibre).